David Rojo
Son tres minutos y medio.
Demoledores contra la palabra que no es tal.
La presidenta Sheinbaum diciendo y en Morena desdiciendo.
En todo eso de lo que insisten del “no somos lo mismo”, “sin influyentismo”, “el poder del pueblo”, finalmente, se estrella en lo que resulta en lo peor.
De entrada fallido influyentismo.
Recorre el país.
El video y el audio recorren el país; recorre Los Cabos, desde Migriño a Buenavista, y gira a la derecha con rumbo a Cabo del Este.
Lo que dicen los morenistas del “no somos lo mismo” y, finalmente, se exhiben tal cual en la descomposición del poder.
Así ha de haber sido el nivel de quienes incurrían en el fallido influyentismo morenista que, incluso, podrían haber tenido el acceso directo para tocar la puerta presidencial.
Fue un encuentro de más de dos horas y media.
Pero, la tremenda balconeada se da en el tiempo del corre video en YouTube: 1:42:36 a las 1:45:04 (https://comunicacionsocial.diputados.gob.mx/index.php/boletines/-comision-del-trabajo-y-prevision-social-se-reune-con-titular-de-la-profeco-cesar-ivan-escalante-ruiz)
Se trata de un encuentro del titular de la Profeco, Iván Escalante, con integrantes de la Comisión del Trabajo y Previsión Social.
Encaró:
“Me buscó hace poco una diputada (de Morena), ‘ayúdale a una gasolinera que no sé qué, que le hicieron’, no les voy a ayudar, perdón.
“Nos tocó verificar un hotel fifí y me dice Andrea (subalterna del directo de Profeco), “hoy estamos verificando tal’, dale, precios en dólares, pues porque es fifí, te cobraban la limpieza extra fuera del contrato, porque es fifí, no tenían a la vista los precios cuando pedimos carta de precios, dólares, literalmente nos metimos hasta la cocina, cosas echadas a perder, cucarachas en la cocina, me dice, “¿suspendemos?”, y yo, sí, suspendemos, y en el transcurso de que estábamos imponiendo los sellos, hasta media hora después me hablaron cuatro compañeros del movimiento (morenista), pero cada vez eran más, de más nivel”.
“Entonces mi intuición fue, se va a enterar la presidenta, y le llamé a la presidenta, le dije, “oiga presidenta, estamos aquí”, me dijo, “¿y por qué?”, por esto, y esto. ‘Iván, dale, es tu chamba…”.