Christian Agúndez Gómez ha recibido por parte del Consejo Municipal del Instituto Estatal Electoral constancia como presidente municipal electo de Los Cabos. Por tal para finales de septiembre tendría en sus manos el destino de estas tierras cabeñas durante el trienio 2024-2027.
Sin embargo, desde el viernes 7 de junio que recibió Agúndez Gómez la constancia electoral se puso sobre la mesa de la discusión e interés público si incurrirá en omisión para no proceder con las herramientas legales (administrativas o ministeriales) sobre hechos que laceran la convivencia social y que tendrán que ver con la administración pública municipal que heredará.
Si Óscar Leggs procedió con el incremento a la nómina municipal centenares de plazas burocráticas en el gobierno municipal que ha precedido, se considera entonces que el Ayuntamiento ni habría tenido ningún problema para atender requerimientos de obras y servicios públicos en Los Cabos.
Pero, se está ante una realidad que genera desconfianza y cuestionamiento, por cómo se han dado las cosas en estos tres últimos años.
De entrada Christian Agúndez con constancia en mano electoral debería de pronunciarse por el literal robo de banqueta en la nueva plaza comercial que está por inaugurarse a un lado de Cotsco, lo que obliga a los peatines desplazarse entre vehículos en un tramo del alto riesgo y que ya ha cobrado varias vidas.
En esa zona se levantaron los edificios Velas y hacia lo que se dice “arriba” se levantó un fraccionamiento y otra plaza comercial. Toda una inversión inmobiliaria. Qué dice. Entonces, el alcalde electo que la calle respectiva no está pavimentada.
¿Cómo?
¿Y la normatividad que se tiene que cubrir con el tema inmobiliario en materia de desarrollo urbano?
El escenario se va complicando y genera las sospechas que tienen que ver con políticas públicas municipales fallidas que ponen en jaque la certeza municipal dado que en el área ni hay drenaje ni se tiene la capacidad de abasto de agua potable.
Cómo es posible entonces que en esta zona de El Tezal sigue la expansión de la mancha urbana residencial-comercial con licencias de construcción, cuando el desbasto va de dos a tres semanas por tandeo.
Si no hay agua como cómo y por qué se autorizan proyectos en donde además no hay drenaje.
De primer impacto la percepción va de la corrupción a la ineficiencia, de la indolencia al desmadre. Si hubo para mas centenares de plazas municipales por obviedad entre otros rezagos urbanos deberían de haberse bajados los días de desabasto.
Pero, no.
Al no haber responsable ni señalamientos públicos en tiempo y forma, sólo se abona a la omisión.
La cuestión tiene fundamento, entonces:
–Al ligarse la tercera administración municipal morenista al hilo todo queda entre guindas.
Es decir en el caso de este tramo de El Tezal no importa la vida de peatones y eso que llaman pueblo. ¿Qué haya mas muertos? ¿Qué se mueran? Hoy, la banqueta no está. Y además es cuestionamiento obligado:
¿Que la anarquía y complicidad municipal siga generando mas licencias de construcción para que el tandeo habitacional pase en este lugar, como en otros, de dos o tres semanas a un mes o más de un mes sin abasto de agua. Y sin calles pavimentadas, así de terracería y sin drenaje?
Ya el desarrollo habitacional se está dando dentro de esta anarquía, complicidades y corrupción, de lo que da testimonio la nata de polvo que se cierne hoy en día sobre Cabo San Lucas y que lleva con el viento excretas.
A Christian Agúndez se le computaron 60 mil 242 votos, es decir más de 12 mil, votos que su oponente de la alianza PAN, PRI, PRD; Movimiento Ciudadano muy por abajo, hasta el cuarto lugar con apenas 7 mil 164.
Si incurre o no omisión Christian Agúndez no debería de esperarse hasta septiembre: hoy, en estos días, hay vidas en peligro. Y una anarquía criminal en desarrollo urbano que desde estas fechas requiere un manotazo.
Por elemental sentido de congruencia social desde cuando debieron de haber renunciado los llamados “Consejeros” del organismo del agua potable y que son propuestas de diferentes sectores locales.
Lo que se tiene es fachada, membrete y simulación, como el Implan.
¿Y Cabildo?
Por ello ante los costos sociales que están a la vista el cuestionamiento público es insistente: ¿habrá omisión?