Alberto Teviño
Hoy es un día diferente y no solo para mí, se siente en el ambiente. Me he tomado el tiempo para reflexionar, primero sobre mi pasado y he aprendido a no poner mis expectativas en otros, sin embargo lo hice.
Pero hay momentos en los que tengo que ser sensible y humilde para buscar respuestas a la realidad que estamos viviendo.
Me siento lleno de emociones encontradas. Llevo viviendo en Los Cabos por muchos años y la considero mi tierra. Hoy es momento de reconocer que aquí no es diferente al resto de nuestro país. Desde que llegué, recuerdo que hemos vivido dos realidades distintas: una es la del destino turístico de clase mundial, generador de economía y la otra es la realidad de la mayoría de los habitantes que viven en condiciones muy deplorables y en zonas de alto riesgo.
Mientras algunos nos quejamos de los apagones temporales, otros viven sin energía eléctrica ni para los servicios básicos. Mientras nos sentimos mal por la falta de agua durante algunas horas del día, hay quienes tienen que sobrevivir sin agua permanentemente. Así que Los Cabos no es muy diferente a la historia del resto del país.
Me duele entender de esta manera cómo he vivido tanto tiempo sin la sensibilidad para reconocer lo obvio e innegable: un México donde la mayoría de los ciudadanos viven en la pobreza. Si, más de 57 millones de habitantes están en estas condiciones lamentables, ahí es donde la información de las mañaneras les llega directamente de su benefactor, donde la comida familiar de ese día depende de una tarjeta de apoyo gubernamental, donde los jóvenes de una familia numerosa reciben un beneficio por ser jóvenes, donde los adultos mayores que nadie cuida reciben una pequeña pensión por haber dado su vida por su comunidad.
Así, en una pobreza real, vive la mayoría de nuestros conciudadanos, que representan el 47% de la población. Es inexcusable para mi que hasta hoy haya entendido su decisión este domingo. Con justa razón eligieron continuar con esta realidad; lo hicieron por necesidad.
Esta elección se empezó a preparar hace 6 años, mañanera tras mañanera, programa social tras programa social, dirigido perfectamente a esa base ciudadana con una gran necesidad de ser atendidos, tierra fértil para justificar los apoyos y convertirlos en clientes leales.
Sin embargo, me cuesta trabajo entender cómo los grandes actores políticos de la oposición no han podido descifrar esta realidad y nos han tratado de convencer de que había oportunidad de cambiar a México sin tomar en cuenta esta cruda verdad. Con un poco de sentido común comprendí que vivo en un mundo complejo de entender y lo veía todo al revés.
Sin duda, me faltaba la sensibilidad para entender el corazón de mi México, ese corazón que movió y retumbó nuestro sistema político. Nunca más las cosas serán iguales. Será un antes y después de este día. El futuro de México está en manos de quien tiene el respaldo de la mayoría de los mexicanos. Así funciona la democracia y, al parecer, muy pocos vieron venir esta decisión, estando siempre tan clara la estrategia de los políticos en el poder. Se cansaron de repetir “Primero los Pobres” y así fue: primero los votos de 57 millones de mexicanos. Por eso lo dijo directo que la clase media no era relevante; ellos siempre lo supieron y lo tenían muy claro.
Ahora nos toca poner los pies en la tierra y entender la composición de nuestro México, aprender la lección y no dar por sentado nada.
Antes de dar vuelta a la página ¿Dónde están esos líderes políticos que nos han llevado hasta aquí? ¿Quién será el responsable de explicar a los ciudadanos los errores y omisiones de una campaña sin un propósito real y sin un sustento para llegar a la mayoría de los mexicanos?
Ahora nos toca a nosotros, los ciudadanos, valorar el rumbo de nuestro país.
Construir ese México donde se incluyan a todos es nuestra responsabilidad desde el lugar que nos toque participar.
Pinta, pinta tu país del color que quieras, ¡pero pinta! Por algo se empieza.
Te quedas corto en tu reflexión, no solo los que viven en pobreza votaron por La Dra. Claudia S. También estamos las personas que nos ha costado salir adelante estudiar y trabajar dignamente. Votamos aquellas personas que creemos en el bien común, que tenemos fe en el ser humano en su nobleza, vean las estadísticas, yo no recibo ningún apoyo económico, pero vi que este gobierno intentó mejorar a todos, volteó a ver ese México olvidado, sin sentirse superior como siguen saliendo los Panistas en su soberbia y clasismo, corre a tu empleada , no contrates chairos, a esas personas y sus pensamientos retrógradas no los queremos en el poder. Porque en 12 años casi acaban con el país.