Descrédito.
No le genera Morena credibilidad alguna que se pronuncie por el pueblo, cuando integrantes de la cúpula morenista (y beneficiados por la cúpula) se pasean por España, Portugal, Islas Baleares en el Mediterráneo (Ibiza), Italia (Conca del Sogno) y entre otros lugares Japón.
Es decir, mientras el pueblo no tiene ni para el camión urbano, quienes hablan en nombre del pueblo se desviven con champaña, vinos, aviones, buenos hoteles, buenos alimentos, sin decir “quién pompó”.
Peor:
Tan no son del pueblo, que celebran cumpleaños en España.
Así, de esas.
Hablan por el pueblo, pero están lejos del pueblo.
No sólo viajan, se exhiben con relojes de cientos de miles de pesos.
Más peor:
Adán Augusto, cuando secretario de Gobernación, incurrió en burla al decir que era “chiste” que hubiera designado a un líder criminal al frente de Seguridad Pública cuando era gobernador de Tabasco; Adán Augusto como secretario de Gobernación entonces debió de haberse enterado con lo que pasaba, pero con un partido indolente y cómplice como Morena no se fue a fondo. Golpe a la confianza. Con el cambio de mando en la silla presidencial, en efecto ha quedado más que visto que se puso a un líder criminal al frente de la seguridad de los tabasqueños y además, a uno de tantos que desde el poder han saqueado la riqueza nacional, los hidrocarburos.
Descrédito y desconfianza social.
En lugares como Los Cabos no hay agua, terrible desabasto, en Acapulco se vive brutal realidad, como en la colonia Colosio en Hermosillo. Pueblos indígenas que 204 años después no salen del discurso de Iturbide, cuando refería de aquellos “hijos desnudos de la Patria”. Las protestas sociales por que no hay medicinas contra el cáncer.
Y se suma una y otra terrible realidad social. Y se escucha en medio del descrédito y la desconfianza social que todo por el pueblo.
La devastación marina en el Golfo de California no es por el pueblo, es por gandallas. ¿E integrantes de la cúpula morenista? Ellos, bien. De viaje por Europa, por Asia. Y luciendo sus relojes de cientos de miles y otras alhajas. Ante tal tremendo desaire a aquella expresión de supuestos 200 pesos obradorista el cinismo: la dirigencia nacional morenista recomendó que se no se exhibieran lujos.
Vaya.
Del cinismo político del primero al pueblo, al no importar la hipocresía política.
Sin embargo, la cúpula de Morena cómo se va a dar cuenta de esta realidad social y asumir un compromiso por la sociedad, cuando la realidad del pueblo está visto no es la realidad de la cúpula morenista.
La realidad de integrantes de la cúpula de Morena no es la realidad que sacude al pueblo; Porfirio Díaz en dos pronunciamientos se dijo antireeleccionista (Plan de la Noria y Plan de Tuxtepec) y resultó un dictador.
Si Echeverría debe de estar feliz en el infierno, Díaz sonriente debe de estarse alisando los bigotes.
Descrédito y desconfianza social.