David Rojo
Los Cabos es una gran ventana al universo. Corre la voz.
Estrellas, planetas, constelaciones, más allá del sol. Desde aquí, desde el final de la tierra (o su inicio).
Y la luna en cualquiera de sus fases.
Los cráteres y mares lunares.
El otro día la luna al comenzar ascender de la bahía se veía toda roja. Pregunté. La respuesta fue inmediata.
“Porque estaba cerca del horizonte. Una atmósfera húmeda y polvosa lo ocasiona, no tiene nada que ver con la luna”.
El paisaje era espectacular. La luna ascendiendo por el corredor turístico San José del Cabo-Cabo San Lucas, sobre aguas del Golfo de California. Y la fiesta astronómica extendiéndose por todo el horizonte.
Corre la voz, Los Cabos es una gran ventana al universo.
Allá, no hay simulación, ni omisión, tampoco corrupción, ni mucho menos impunidad.
El cielo nos brinda el paisaje estrellado tal cual aquí vieron los pericúes o sus ancestros cuando hace cinco mil años atrás le bailaban a Niparajá desde la playa El Médano.
Y aún debe de seguir encerrado en esas cuevas marinas Tuparán, a donde por gacho lo enviara Niparajá tras ser derrotado en la gran batalla celestial. Y para que quedara bien cuidado, nada que voy a salir a fumarme un cigarro, Niparajá creó como sus vigilantes a las ballenas. De esto pueden preguntarle a Clavijero y su libro de finales del siglo XVIII.
Sí que ya no volvimos a saber de Niparajá después de 1769, cuando envío a Venus a decirle al sol que sus hijos, los pericúes, se estaban extinguiendo. Aquí ya no le pregunten a Clavijero, pregúntele a David Rojo con lo de su sexto libro ya en puerta: Niparajá lloró.
Y si los pericúes con eso de chidas las estrellas le bailaban desde El Médano a Niparajá hace miles de años, desde la mitad del siglos XVIII ya se tenía en claro la gran ventana que era Los Cabos para el universo.
Y si quieren seguir con preguntas, entonces, pregúntele al científico francés Chappe de dónde canijos sacó, desde antes de 1769, que en San José del Cabo se vería a plenitud el paso de Venus por el sol. Y con ello poder determinar la distancia de la tierra con el sol.
Que cielo tan chido.
Y sí Chappe d´Auteroche vino a Los Cabos, lamentablemente, durante sus investigaciones sería contagiado de las enfermedades traídas en la ocupación misional y que estaban extinguiendo a los pericúes. Sus revelaciones pudieron llegar al mundo, pero él después de 1769 sigue en el camposanto josefino.
El jueves me acomodé en la terraza para saludar Chappe y a Niparajá. Me llegó un saludo especial que registraría con la cámara José Antonio Gálvez. El sobrino no se raja cuando le pido me acompañe con lo de la exposición prolongada. Y bueno es posible que sólo me de cuerda. Pero no se raja.
El saludo fue especial. Lo registró al obturar con 20 segundos con la función de la cámara del celular. El sobrino se había colocado atrás de uno. No me di cuenta de la obturación, hasta que me mostró en pantalla lo que había salido: el saludo de Chappe y de Niparajá con la constelación Escorpión completa. Fue un momento mágico.
Serían las 21:30 horas. Escorpión vertical, regresé como a las 2:00 horas ya del viernes y Escorpión como haciéndole al divo, como acostado, invitando a la foto.
Más a la izquierda Saturno. Y cerca la luna.
El cielo es espléndido.
A simple vista se puede mirar a la estrella Arturo con su gran luminosidad. Arturo se encuentra a 36.7 años luz de la tierra. Cada año luz implicaría 9 billones y medio de kilómetros.
Sí, está hasta por allá. Lejos.
Pero, todavía más allá. Lo que se dice más, y más y más lejos estaría la estrella Deneb. Pero, que desde Los Cabos se ve.
Hay quien refiere que Deneb estaría a 3 mil 200 años luz. Pero, ahí están reportes de satélite Hiparcos, que dirían que no, que estaría a un mil 425 años solares. Sí un reverendo montón de billones de kilómetros.
Más cerca o más lejos, desde aquí desde Los Cabos, una gran ventana al universo. Que se corra la voz.
A simple vista.
Con catalejos (este tundeteclas cuenta con unos todo terrenos 10×50)
Cámara fotográfica.
Cámara del celular.
Telescopio.
Que se corra la voz.
Disfruta cuando vayas a la playa.
Disfruta cuando vayas a la Sierra de La Laguna.
Disfruta cuando vayas al arrecife de Cabo Pulmo.
Disfruta cuando vayas a la cascada de Sol de Mayo.
Tanto extraordinario que puedes disfrutar en Los Cabos.
Disfruta porque aquí el Paraíso también tiene alas.
Y disfruta mucho, porque cuando cae la tarde pela ojo, pela mucho ojo: estás parado frente a una gran ventana al universo. Que se corra la voz de esta gran ventana.
Corre la voz.
Los Cabos Extraordinario.
Referencias:
Muy Interesante, distancia Arturo de la tierra:
https://www.muyinteresante.com/ciencia/60942.html
SEA (Sociedad Española de Astronomía), año luz:
Wikipedia, Deneb: