Especialistas de la UABCS, la dirección general municipal de Ecología y Medio Ambiente y Semilla de Orgullo, integraron Delegación Los Cabos con jornadas de trabajo con los directores de los Museos de La Brea y el de Historia Natural de Los Ángeles
–Podría contar el Museo Paleontológico de San José del Cabo con una expresión permanente del Museo de La Brea
–El Museo de Historia Natural de Los Ángeles estableció un enlace para abrir la información que se tenga sobre el Reporte Miller 1980 en el que se da cuenta de fósiles de camellos, cocodrilos, felinos dientes de sable, mamuts, entre otras especies prehistóricas halladas al Norte de San José del Cabo
–Los secretarios particulares de los rectores de la UABCS y de la UNAM cubrieron encuentro sobre la petición de Semilla de Orgullo para que la máxima casa de estudios regrese a Los Cabos los fósiles que datan del Plioceno
David Rojo Pacheco/Enviado Especial
Publicado en Tribuna de Los Cabos, 23 marzo de 2015.-
Los Ángeles, CA.-En una amplia jornada que se extendió por espacio de seis horas en los museos George C. Page, La Brea Tar Pits, y el Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles, Los Cabos estableció pasos en firme para abrir una ventana a la fauna terrestre del plioceno –de 6 a 2.5 millones de años —entre otras– dada la presencia en la región cabeña de camellos, caballos, cebras, cocodrilos, felinos dientes de sable, mamuts, entre otras muchas especies prehistóricas, de lo que se da cuenta en vestigios paleontológicos hallados al Norte de San José del Cabo, hoy en día bajo resguardo de la Universidad Nacional Autónoma de México –UNAM–.
Pero, también en la jornada que inició en el Museo de La Brea, su Curador en Jefe, John Harris, consideró la posibilidad de extender la presencia permanente de este recinto cultural angelino en el Museo de Paleontología de San José del Cabo –el que, finalmente, en breve quedará abierto a la población en general—con una muestra de la fauna Rancholabreana –del Pleistoceno— de la que se tiene testimonio por la gran cantidad de animales terrestres y hasta alados que durante los milenios quedaron atrapados en el chapopote que emergía –lo que aún se registra—en el corazón de Los Ángeles. Incluso, en La Brea se hallaron restos de un humano de hace diez mil años.
Durante el recorrido por el Museo La Brea, la Delegación Los Cabos (los especialistas de la UABCS, Luis Alberto Herrera y Heriberto Rochín, el director general de Ecología y Medio Amiente Municipal, Raúl Rodríguez y Semilla de Orgullo, representada la expresión ciudadana por el empresario Javier Arámburo, y los periodistas David Rojo y David Rojo Pacheco), fue llevada al área de curación de fósiles en cuyos trabajos destacaba la labor que se desarrolla sobre los restos del mamut identificado como Zed, y de los que ya se observaba la cabeza y uno de sus grandes colmillos.
Los lugares cerrados al público en general, se abrieron por lo que se conoció también de pasillos y zonas de resguardo de los fósiles, y la orientación misma de su cuidado y de su clasificación. Incluso, el recorrido comprendió visitas a las áreas de brea en donde con toda la paciencia y el trabajo a detalle se da el rescate de los fósiles.
El noble desprendimiento de Harris no miraba al reloj, contagiaba su sencillez y su alegría de trasmitir, mostrar, enseñar.
Se caminaba en medio del pleistoceno. No se veían los grandes edificios, se estaba ahí en el pasado, pero mirábamos nuestro propio paso del presente. Luis Alberto Herrera, el biólogo-paleontólogo bien pudo extender la mirada, entonces, hacia La Paz, hacia El Carrizal, con fauna prehistórica similar.
–¿Y en Los Cabos pudo haber habido osos?
La pregunta, le hizo abrir los ojos a Herrera, con ese ufff. Pero en lugar de mirar hacia arriba y ponerse a chiflar, miró hacia Harris, y le trasmitió la pregunta. “Es tuya”, se la dejó.
Harris, reflexionó, miró al tiempo y quizás “el oso de cara corta” fue la respuesta.
Un rostro de lo que fue Los Cabos, en otro tiempo en otros milenios, queda con la Sierra de Laguna, el último rincón de los pinos, los encinos, sus valles 1 y 2, sus arroyos, sus cascadas. Hasta que sus partes bajas fueron impactadas con la desertificación, luego del último periodo glacial.
John Harris, durante la sesión trabajo-recorrido por las entrañas del Museo, acompañado Aisling B. Farrell, Collections Manager –Gestor de Colecciones– y su asistente Gary T. Takeuchi, fue informado que el fósil de cebra hallado en Santiago –de dos a tres millones de años de antigüedad y del cual hace ya casi una década habría ayudado a su identificación– había sido el detonante para la construcción del Museo de Historia Natural Cabo San Lucas que impulsara Semilla de Orgullo.
Se le invitó entonces a que La Brea pudiera dar un ciclo de conferencias en Los Cabos sobre la fauna Rancholabreana, lo que asintió con agrado. Pero aún más, podría extenderse la presencia de La Brea en Los Cabos con una muestra permanente con esta fauna del pleistoceno.
La jornada se extendió entonces al Museo de Historia Natural de Los Ángeles. De entrada la presidenta-directora, Jannet Pisano, su curador en jefe y Vicepresidente de Investigación y Colecciones, Luis M. Chiappe y Jorge Velez, asistente curador, conocieron del video de Viaje al paraíso, subtitulada en inglés, presentado por Semilla de Orgullo y del interés que había por conocer en forma completa del Reporte Miller 1980 que da cuenta de la participación de la institución cultural angelina en la curación, registro, clasificación y posterior envío a la UNAM de los fósiles de fauna del plioceno.
También, se les dio cuenta del vasto potencial de fauna terrestre, alada y marina en Los Cabos actual, con el registro fotográfico por parte de Semilla de Orgullo de 24 especies de aves rapaces (desde el Águila Real hasta el Tecolote Enano o del Llanero), pumas, coyotes, zorras, víboras, liebres, ardillas, venados, y del interés por tal de estrechar vínculos culturales por parte del Museo de Historia Natural Cabo San Lucas con el Museo de Historia Natural de Los Ángeles.
Sobre el particular el biólogo Raúl Rodríguez explicaría por su parte del eje cultural Cabo San Lucas-San José del Cabo-Santiago que ya tiene concretados dos recintos culturales y al que se sumará Santiago con toda una expresión de propuesta ecológica que está por concretar la inversión municipal del millón de dólares.
Raúl Rodríguez por igual detallaría con imágenes satelitales el potencial de las Sierras de La Laguna y de La Trinidad, en donde se podrían establecer corredores eco-turísticos que estimularan la difusión y conservación de la región del Cabo.
Raúl Rodríguez se sentía en casa: en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles había realizado su tesis, al egresar de la UABCS.
Un día antes de la jornada cubierta en Los Ángeles, Rafael de Luna, secretario particular de Gustavo Cruz, Rector de la UABCS, cubría audiencia con Jacobo Cadena Lau, secretario particular del Rector de la UNAM, José Narro, para expresarle el deseo de Semilla de Orgullo de un encuentro para plantearle la inquietud local que los fósiles detallados en el Reporte Miller 1980 sean devueltos a Los Cabos.
Con Pisano y Chiappe, volvería a darse la sencillez y buen trato obtenido con Harris. El interés de escuchar, el tener una grata paciencia para con tanto orgullo se hablaba de Los Cabos, siguió al obvio, “qué esperan de nosotros”.
La respuesta la diría en claro Raúl Rodríguez, bien asesorado por Herrera: “no venimos a estirar nada mas la mano”.
Precisó: se pueden complementar trabajos de investigación con especialistas a los que podemos asistir que envíen a la zona.
De inmediato Chiappe miró a Velez para que viniera a Los Cabos. Y desde luego Chiappe mostró su total interés por el lugar y maspor su pasión por las aves y el video visto.
El ambiente se tornó alegre, Pisano compartía sonrisas, con las que celebraba las referencias, de la sufrida que tendría Velez en este lugar que es el último rincón de los pinos, con sol, mar, pesca.
Chiappe antes había quedado gratamente sorprendido al saber de cómo se construiría el Museo de Historia Natural, con el premio de millón y medio de pesos que lograra Semilla de Orgullo (que impulsan Tribuna de Los Cabos y Plaza Arámburo) de Conaculta, de los niños discapacitados que comandaría Pablo Linares en el botear para un lugar de todos, de la rifa de automóvil en la que en realidad a los políticos se les venderían todos los boletos, del radiothon con el que se sumara Cabo Mil, de las aportaciones de los diferentes grupos económicos, del personal de Tribuna, comandados por Geny de Rojo, desplazándose a los cruceros también para botear, de boteo de directores en escuelas y empresas, mas aportaciones municipales y estatales la bolsa subiría a tres millones de pesos.
De Velez a Los Cabos, seguiría también lo de la respuesta también esperada:
El mismo Chiappe conduciría, al término de la reunión, a la Delegación Los Cabos al área de paleontología del Museo para saber del Reporte Miller 1980.
Ahí, sería informado del interés por el archivo citado.
Casi, un “what”! saldría de .
Fue un sopas. ¿Y éstos?
Se le explicó de dónde y por qué lo del Reporte Miller 1980 y la cita del propio Museo de Historia Natural de Los Ángeles. Finalmente, Los Cabos estaba por abrir la ventana al Plioceno.
Para ampliar detalles y darle seguimiento de lo que se informara cruzaría tarjetas con Samuel A. McLeod, de la Sección de Paleontología de Vertebrados del recinto cultural angelino con Luis Alberto Herrera y Raúl Rodríguez.
También Chiappe mostraría un área de curación de fósiles del Museo –en ese momento trabajaban sobre un dinosaurio—por lo que expresó la invitación:
–“Si Los Cabos tiene el interés puede enviar aquí a alguien al que, durante dos o tres meses, se le capacite en esta labor, para que a su vez regrese y enseñe a otros, allá mismo, en Los Cabos”.
El Plioceno registra eventos de vital importancia para toda la Tierra; en lo que es hoy América se dio la formación, hace 3.5 millones de años, del Itsmo de Panamá, con lo que se uniría Sudamérica con Norteamérica, también en ésta época tendería acomodarse lo que hoy se tendría por la boca del Golfo de California y aparecerían los primeroshomininos, como el Ardipithecus y el Australopithecus y este es una época a la que hoy Los Cabos abre una ventana, entre otras.