David Rojo
Se está a diez días del próximo gobierno municipal en Los Cabos y se desconoce cómo están las cosas en el XIV Ayuntamiento y cómo van a ser entregadas.
Más aun organismos privados, sociales y políticos locales deberían de haber informado si la nómina municipal del trienio 2018-2021 pasó al del periodo 2021-2024 de 25 millones quincenales a 60 millones de pesos.
Es una pregunta obligada, dado que no se ha dado ninguna sacudida a recursos del pago por el derecho de Saneamiento Ambiental que el propio Óscar Leggs, presidente municipal de Los Cabos, todavía en funciones, refirió en fechas recientes por 250 millones de pesos.
Se trata desde luego de una partida importante pero sin acciones estratégicas en drenaje, tratamiento de aguas residuales ni siquiera sobre la sobreexplotación de los pozos que abastecen de agua a la población, y lo que implicaría riesgos de contaminación en el líquido.
Sobre Saneamiento Ambiental existe un fideicomiso cuyos integrantes no han dado ni un manotazo o exigencia para saber en dónde diablos están ocho millones de pesos que se habría destinado para la adquisición de un equipo que se utilizaría para la limpieza del lirio acuático en el estero de San José del Cabo.
Han pasado meses de la entrega del recurso económico, por qué entonces el no haberse acudido ya ante instancias ministeriales o de la Función Pública.
No queda claro que un recurso como el de Saneamiento Ambiental –que debe de tener la prioridad de acciones estratégicas–, ande parchando el presupuesto municipal.
Calles pavimentadas, compra o reparación de camiones de recolección de basura, sin ningún señalamiento de qué pasó con el encarecimiento de la nómina municipal.
El agravio social en que se ha convertido la realidad urbana de Los Cabos está urgida que se le mire.Y que no se mire hacia otro lado, incluso aplaudiendo el desatino municipal.
No sólo el Fideicomiso de Saneamiento Ambiental desde hace fechas debió de haber dado un manotazo sobre el equipo que tiene meses sin llegar al estero josefino, y por igual de no parchar el presupuesto municipal.
¿Este es el ejemplo diputado federal Luis Armando Díaz que sería el recurso de Saneamiento Ambiental?
Y de cuyo derecho por igual sabes bien Christian Agundez Gómez.
Por igual es causa de cuestionamiento ciudadano qué diablos hacen representantes de diferentes sectores sociales en el Consejo del organismo del agua potable, sólo ocupando sillas cuando el abasto a la población es una vergüenza con tandeos por dos o mas semanas. Legitimando lo indebido.
Aparte, lo de los vistos buenos del organismo del agua potable para la autorización de grandes proyectos en cuyas zonas se castiga a la población en extremo con el desabasto de agua, lo que pone sobre la mesa la discusión de presuntos actos de corrupción.
Se está a diez días del próximo gobierno municipal.
La realidad del severo rezago urbano y de la descomposición del poder en acciones prioritarias y estratégicas, se resiente a diario.
Ya se sabe en dónde diablos se está con esta realidad lacerante del rezago en el desarrollo urbano, la cuestión por tal tiene fundamento: ¿hacia dónde se va?
El punto crítico es que el político vive el futurismo, y a la mitad del trienio con mas de una acción estratégica que se debería de estar impulsado (ojalá), allá por el 2026, van a estar metidos en la sucesión de la gubernatura del 2027.
Más que futurismo, el presente. El presente tiene una realidad patética.
Y en estos momentos, no se sabe, lo que se dice, qué onda Christian.