David Rojo
No queda claro cómo el sector hotelero de Los Cabos pueda sumarse a campañas de promoción para dar cuenta de lo atractivo del destino turístico cabeño, con la vergüenza local de por medio que implica la destrucción del estero de San José del Cabo.
Tampoco queda claro del por qué el sector hotelero de Los Cabos se encuentre involucrado en el Fideicomiso de Saneamiento Ambiental cuyo nombre de saneamiento ambiental es sólo falacia a la realidad que se tiene sobre lo que fue el cuerpo de agua dulce entre otros temas de interés social, aun cuando ya habrían sido captados como 300 millones de pesos por el pago respectivo que cubren los huéspedes del hospedaje turístico local.
Que el lirio acuático o el lechuguilla haya alcanzado la bahía josefina, tras abrirse la bocana, sólo se exhibe hasta donde se está al tope de este problema que contribuye a la destrucción de los que fue un grato cuerpo de agua dulce.
Con esos 300 millones de pesos por el pago del derecho de Saneamiento Ambiental desde cuando se habrían dado pasos en firme en pos de corregir el déficit en el tratamiento de aguas residuales de San José del Cabo, cuyas descargas de aguas negras van a dar al estero josefino y de ahí a su constante destrucción.
Acaso, no sería buena promoción para el destino turístico decir que en el caso de la zona colindante del estero josefino –en la que se encuentra el palacio municipal– no huele a heces. Pues, hay jornadas que así huele.
Pero, desde la implementación del pago del derecho de Saneamiento Ambiental no se va al ritmo respectivo de la necesidad real de la sociedad. Se va al ritmo político con los costos sociales de la propia simulación.
Y ya el próximo mes se estará en el 2025. Y no se sabe qué diablos pasará con los recursos de Saneamiento Ambiental que serán otros centenares de millones de pesos.
Ahí está la bocana, que la sigan abriendo. Ahí está el núcleo principal del estero para otro incendio. O, habrá mas vivienda para aventar mas aguas negras al estero.
Da vergüenza, cuando podría tratarse de todo un gran orgullo local.
El Oasis Josefino fué un orgullo hasta cierta generación, allá por la decada de los 60’s, a la Secretaria del Patrimonio Nacional se le ocurrio instalar tuberia de albañal para el drenaje en el centro de San José del Cabo, con “brillante inteligencia” lo metieron directo al arrollo “Agua Fria” se le llamaba donde hoy esta intalada la planta de aguas negras, al fín y al cabo el agua lava todo dijeron aquellos genios, empezaron los problemas de contaminación del humedal, la gente dejo de usarlo, muchos lo usabamos como centro recreativo y alimentario. No lo entendieron aquellas mentes rudimentarias.
Llego el desarrollo y la explotación del comercio de la tierra, se repartieron las propiedades entre los politicos del centro, y el gobernador de turno, desplazaron y reubicaron a los habitantes de varias zonas pobladas, instalararon la primera planta y obvio fue mayor la contaminación vino el búmmm comercial de la tierra, crearon el cuarto municipio y la contaminación siguio creciendo hasta hoy día, no quieren solucionar este grave e infeccioso problema, hoy se le ven más dientes y colmillos, pretenden apropiarse de este historico Oasis del Sur de la Peninsula de B.C.Sur,
Para la conservación del humedal habia costumbres de conservación, no se cuando o como aparecio el lirio que hoy se ve en este gran pulmón natural que cuando no lo queman lo invaden cada vez más.
Piensen y Razonen!!!
Todos los Oasis de B.C.S. tenian medidas, superficies, y colindancias!