David Rojo
No queda clara la expresión que hiciera pública en redes sociales la senadora electa por Baja California Sur, Susana Zatarain (PAN):
“Me reuní con el alcalde electo Christian Agúndez, compartimos el mismo entusiasmo y compromiso para el bienestar de Los Cabos”.
–¿Cuál entusiasmo?
Acaso, ¿es causa de entusiasmo las unidades habitacionales en medio de arroyos?
Es decir, ¿se hizo referencia a algún presupuesto y ruta de tiempo para reubicación de las centenares de familias de Chulavista o las otras centenares de Puerto Nuevo que están ahí, con sus vidas y bienes en peligro, a cada temporada ciclónica, como la actual 2024?
Por qué, entonces, nada más la expresión “entusiasmo” y no se hace público el contenido de tal expresión.
Lo anterior dado que miles se encuentran en la plena incertidumbre. Sin ningún entusiasmo.
Que se comparta tal entusiasmo.
Alegren el corazón a quienes se les ha destrozado.
La sola expresión de compartir entusiasmo es muy corta.
Más, cuando es de reiterar que miles no están con el entusiasmo sino en la más completa indefensión y marginación.
Desde luego, la cortesía política siempre debe de tener todas las puertas abiertas. Sí.
Pero, hay rayas que separan realidades del decir, por mucho entusiasmo que se pretenda exponer o de plano desbordar. Una de estas rayas es la prudencia. Las brutales condiciones de marginación urbana en Los Cabos, las políticas públicas municipales fallidas, las consecuencias sociales del mal ejercicio del poder político no son causa de entusiasmo alguno
Y, aparte, se desconoce hasta el momento de la agenda municipal para el periodo municipal 2024-2027. Es decir, si hubiera cosas buenas, hasta ahora, lo que vendría de bueno, estaría entre paredes. No se sabe aún nada de esa agenda. Queda, entonces, únicamente lo que se tiene enfrente: el brutal rezago en el desarrollo urbano, además de las cuentas municipales por transparentar.
La realidad actual no es causa de entusiasmo alguno.
Sin embargo, si ese entusiasmo ya tiene contenido, compártanlo.
En dónde quedarán, por citar (para estar a la par del entusiasmo), las nuevas plantas de tratamiento de aguas negras.
Cuántos kilómetros de drenaje.
Qué va a pasar con las finanzas públicas municipales. Lo omiso en lo que está Los Cabos con los reportes municipales a la Auditoría Superior de Baja California Sur en los meses de enero a mayo; lo de las auditoría a los dos mil millones de pesos municipales sin aterrizar desde el 2022.
Que digan que tengan ganas de hacer las cosas para bien. Pues, sí. Ni se discute. Sería ocioso. Y es correcto decir vanos a trabajar por el bien de Los Cabos. Estos días de agosto son finalmente eso, de expectativas.
Pero, la expectativa tiene enfrente en estos momentos a esa brutal realidad del severo rezago urbano.
Por ello si se habla de entusiasmo ante la lacerante realidad local que se enfrenta, pues es de insistir, que se comparta el contenido del mismo.
La foto compartida de tal encuentro se ve chida: PAN y Morena(-PT).
Del 2006 al 2030 el PAN mantendrá por cuarta ocasión seguida la fórmula de primera minoría al Senado (mayoría relativa) y Morena se perfila a su tercer periodo en hilo municipal en Los Cabos.
Entonces, ahora si está todo chido con el buen trato, pues para hablar de entusiasmo, compártanlo.
Que se abran los fundamentos para abrazar y contagiarse de entusiasmo.
Hay dedos que se deben de poner sobre el renglón.
Está el caso de Conagua responsable por igual directa de unidades habitacionales en medio de arroyos. La simulación y complicidad fueron de la mano en el sexenio panista 2006-2012 contra esas vidas hoy en riesgo. Y en el sexenio 2012-2018 se mandó al diablo y a la basura la palabra presidencial empeñada en reubicación. En el sexenio 2018-2024 ni se miró esa realidad de vidas en medio de arroyos y que crece año con año con la expansión de la mancha urbana hacia las zonas de riesgo.
Morena terminó por mirar hacia otro lado.
Hoy, Susana Zatarain tiene mucho qué mirar y no mirar de lado.
Para empezar qué va a pasar con esas miles de vidas en peligro y qué va a pasar con Conagua.
Hace tiempo que el PAN calló. Al PRI ni le importó que su presidente priista mandara al diablo el compromiso de reubicación, y en el como de las cosas hasta quien fue director general del Infonavit peñista, con esas viviendas en medio de los arroyos a los que les aplicaron créditos de la institución, acabó abrazado y aplaudido en Morena.
Hoy, como nueva generación, Susana Zatarain, está bien, si es así lo del entusiasmo. Pero, la certeza es fundamental.
Morena y el PRI miran y han mirado, junto con Conagua, hacia otro lado con esas miles de familias en peligro, en medio de los arroyos y de los desbordes pluviales cuando el paso del huracán
Que no sólo tu mirada esté ahí con esos miles en medio de los arroyos, sino tu decir y tu propia denuncia.
Alguien tiene que sacudir la omisión o inacción de Conagua.
La realidad está ahí.
Fría.
Dolorosa.
Con todo el agravio social.
Cuandó fue sindical no dejo um desempeño bueno, manchado de corrupción.