–Síntesis libro
— 6 de marzo de 1833: “…si se pregunta a cada uno de los habitantes de México, como se han verificado las (elecciones) del año 33, todos dirán que no sólo intervinieron insinuaciones, sino dinero y toda clase de estímulos…”. Publicación: La Verdad Desnuda.
— “La falta de patriotismo consiste en no publicar la verdad”: Octubre de 1906, La Opinión (Veracruz).
David Rojo
Como periodista recurrí a publicaciones impresas de 1810 a nuestros días, que se reproducen:
Toda historia tiene sus personajes centrales. En esta historia de etapas y momentos intensos y difíciles, de héroes y traidores, de pasajes políticos en los que dos siglos después se repite la coacción con el dinero por el voto y que todo siempre tiene el mismo fin por el amado y querido pueblo, se citan a los revolucionarios sudcalifornianos Manuel Márquez de León y Félix Ortega Aguilar y a los revolucionarios de las Altas Montañas de Veracruz, Rafael Tapia y Antonio Portas Domínguez.
Y por supuesto la mujer. La mujer aun cuando pieza fundamental en la lucha del pueblo mexicano contra dos imperios y tres revoluciones, no fue considerada ni siquiera para votar en las Constituciones de 1824, 1857 y 1917. Tendría el derecho al voto en lo municipal hasta 1943 y en lo federal hasta 1953.
John Mraz: “La participación de las mujeres en la Revolución Mexicana es un tema que ha sido tristemente ignorado”.
La firmeza de Márquez de León en 1879: “el militar ha de ser ilustrado, pundoroso y amante sincero de su patria, para no convertirse nunca en odioso instrumento de opresión”. Márquez se anticiparía, incluso 31 años al estallido de la Revolución de 1910, al exigirle en una carta a su compadre Porfirio Díaz que se alejara del poder presidencial, publicada un mes y días después en el periódico El Republicano el 1 de enero de 1880.
La convicción revolucionaria de Rafael Tapia en 1910: el revolucionario no es un bandido.
La advertencia de Félix Ortega con el revolucionario Plan de las Playitas en 1913: “la traición política deja a gobernantes que imponen a su arbitrio despóticos mandatos, usurpando las instituciones y derechos de toda una nación.
Portas, 1914:
“…todavía les parece poco todo el mal que han acarreado a la Patria, y en sus estremecimientos de desesperación e impotencia y próximos a dar estrecha cuenta de sus punibles procederes en estertores de fiera acorralada, aún llevan al sacrificio a pobres hombres arrebatados por la fuerza y retenidos a influjo de una disciplina de hierro, que priva al soldado hasta del derecho de discernir libremente”.
Es un recorrido político por la historia desde el final de la tierra.
Nos cruzamos con un gran camposanto: las cruces por la democracia. Y sigue rebotando entre los cerros, las colonias, los barrios, el discurso esperanzador que ante la realidad social que sacude sólo es huella en el tiempo.
En este recorrido político por la historia se cuenta con el testimonial impreso de publicaciones de diferentes épocas desde 1810; en una de estas publicaciones, en el periódico capitalino La Verdad Desnuda, del 6 de marzo de 1833, se exhibe la huella del tiempo por la que, hoy en día, nuevos pasos estremecen el andar político con lo mismo transcurridas casi dos centurias:
“…si se pregunta a cada uno de los habitantes de México, como se han verificado las (elecciones) del año (18)33, todos dirán que no sólo intervinieron insinuaciones, sino dinero y toda clase de estímulos…”.
La huella del tiempo hace mas de un siglo dejaba en el andar sangre y cruces con el mátalos en caliente de la dictadura porfirista. En 1906 con la rebelión armada en Acayucan. Veracruz, uno de los precedentes de la Revolución de 1910, El País titularía sobre los hechos “Movimientos revolucionarios”, lo que provocaría reacciones en contra, de descalificación y provocación por parte del medio oficial El Imparcial. El periódico veracruzano La Opinión tercería a favor de El País con el subrayado universal en cuanto a que los medios de comunicación deben de mantener su compromiso social de informar, ajenos al alineamiento o sumisión del poder:
“La falta de patriotismo consiste en no publicar la verdad”. Octubre de 1906.
Se trata del quinto libro de este periodista: Once años de lucha por la independencia y dos siglos por la democracia, un recorrido político por la historia desde el final de la tierra, desde Los Cabos, Baja California Sur.
Buena e histórica reflexión, saludos mi estimado David Rojo👍