David Rojo
Jueves 9 de octubre: dos tormentas tropicales en el Pacífico; Priscilla frente a la costa sudcaliforniana, y Raymond proyectándose hacia el sur de Baja California Sur.
Dos eventos de impacto ciclónico con los que se debería de reflexionar más allá de acciones en beneficio y de apoyo a la población con Protección Civil, Plan D-III o el Plan de la Marina en caso de contingencias.
No es sólo el activar de instituciones o autoridades en caso de emergencia, sino de proceder de manera eficiente con lo preventivo procediendo a reubicar asentamientos de zonas de riesgo y que zonas de riesgo nunca más vuelvan a ocuparse.
Se tiene la oportunidad histórica con el Plan Nacional de Vivienda, del que Los Cabos fue anfitrión y de la propia presidenta Claudia Sheinbaum.
Se han dado referencias del tal programa sobre cinco mil viviendas para Los Cabos, pues que estas viviendas que se anticipan de dignas y seguras sean para reubicaciones de zonas de riesgo.
Se desconoce de manera pública lo que le externó Víctor Castro, como gobernador anfitrión en Cabo San Lucas a la presidenta Sheinbaum, pero es urgente que el tema no quede fuera de la mesa. Se trata de miles de familias asentadas en zonas de riesgo, y cuyo riesgo se exhibe a cada paso de ciclón.
Con el huracán Odile (2014) hubo brutal devastación y muertes, y con la tormenta tropical Lidia (2017), también devastación y muerte.
A 11 años de Odile y a 8 de Lidia, sin embargo hay más miles de familias en zonas de riesgo.
Y si la urgente necesidad de reubicaciones con las viviendas en puerta del Bienestar o del Infonavit no se le ha precisado tal cual a la presidenta Sheinbaum, tiempo es entonces de una sola voz de las autoridades municipales cabeñas, de los sectores de la iniciativa privada, social y sindical local, que siempre se ha manifestado solidaria por Los Cabos ya sea en defensa de la Sierra de La Laguna, del pez dorado, cuando el Covid, o cuando aquellos años terribles del 2015, 2016 y 2017 por la violencia.
Es tiempo de voz y de vivienda para la reubicación de las familias de las zonas de riesgo, y que se apliquen medidas para que estas zonas de riesgo no vuelvan a ser ocupadas. Hay una oportunidad histórica en materia de vivienda digna y segura para Los Cabos.
Ha quedado más que claro que para que vidas y bienes se pongan en riesgo, no hace falta del impacto del ciclón. Miles de familias se encuentran en medio de desbordes pluviales, por lo que lluvias constantes pueden ser causa de peligro.
Los Cabos se encuentra en medio de la ruta ciclónica; Priscilla y Raymond nos recuerdan en este 2025 de ese riesgo. La naturaleza lo vuelve a recordar.
