David Rojo
Cuando pasó, Víctor, tu III Informe de Gobierno el pueblo de La Paz seguía sin el principal evento del Carnaval 2025; tú tan de aquel PRT ahora sin el manotazo político en contra del clasismo del Ayuntamiento de La Paz.
Y cuando Los Cabos amaneció después de aquella tarde del III Informe de Gobierno de BCS, seguía la “muy lacerante realidad” que tiene al pueblo sumido en el agravio social y más vigente que nunca el abrazo de carnal político que le enviaras a Leggs.
Cuando pasó aquella tarde del III Informe de Gobierno, Víctor, la Auditoría Superior de Baja California Sur amaneció sin ningún pronunciamiento del Congreso sudcaliforniano por las observaciones al manejo de ¡dos mil millones de pesos! del Presupuesto Municipal 2022 de Los Cabos. Peor, referir entonces qué pasó con el presupuesto municipal 2023 y de lo qué pasará con el del 2024.
Cuando pasó, Víctor, aquella tarde del III Informe de Gobierno seguían por tal oscuridades en lo que debería de ser transparencia en el quehacer público.
Cuando pasó, Víctor, aquella tarde del III Informe de Gobierno, la presidenta Sheinbaum tras advertir de la muy lacerante realidad de Los Cabos se quedó con la misma realidad. Al igual que el pueblo.
–¿Te acuerdas Víctor de aquellas jornadas perretistas? De aquel discurso por el pueblo para ganar por éste las calles, no por el hoy aplauso de simulación.
Hoy, ya no ganas las calles. Ahora tienes presidium tras presidium. Eres una sola persona en el nombre de todos, al que le rodean sillas privilegiadas. El privilegio de otros que carga el pueblo con el propio costo social que paga el pueblo.
Cómo es posible, Víctor, que se llegue al extremo que al pueblo se le quite hasta el evento principal de un Carnaval, cuando los millones y más millones de pesos nada más del anticipo salieron del pueblo, no de la cartera personal de Milena Quiroga, no de la cartera personal de tu secretaria de Finanzas.
El privilegio, Víctor, de otros, de unos cuantos que paga el pueblo. Y al que todavía el gobierno municipal de La Paz, manda lo que se dice al diablo.
Las sillas privilegiadas que te rodean. ¿Cuántos de los que las ocupan te dicen la verdad de lo que observan, saben?
Tú sabes bien lo que es la palabra. Fue un tiempo atrás cuando saliste a ganar la calle con la palabra; bien debes de saber por tal que aplauso que detona la palabra sin huella, no es festejo sino simulación.
El clasismo en el gobierno municipal de La Paz y la muy lacerante realidad de Los Cabos sólo exhibe un entorno de privilegios traducidos en costo social en contra, finalmente, de quien los carga y paga: el pueblo.