David Rojo
Víctor, cuando a principios del 2018 terminaste de ver el documental Olvidados, en aquella Sala de Juntas del corporativo de comunicación, estabas todo indignado. Pediste copias del documento para llevarlas a la Ciudad de México.
No eras Senador. Estabas a meses de la coordinación del Bienestar federal en Baja California Sur. Y todavía estabas a tres años y meses de ser Gobernador.
–¿Qué pasó?
–¿Qué cambió en todo este tiempo?
Para el Cabildo de Los Cabos del trienio 2024-2027 despachará desde la Sindicatura quien en el trienio 2008-2011 desde la Comisión Edilicia de Desarrollo Urbano, Ecología y Medio Ambiente fue parte central en la aprobación edilicia para la liberación de licencias municipales de construcción de esos edificios con centenares, miles, de familias de obreras en medio de los arroyos.
Y la Sindicatura tiene el poder legal de la representación municipal, es decir de lo que será el XV Ayuntamiento cabeño.
Que preocupante, entonces, no sólo la brutal realidad del rezago en el desarrollo urbano de Los Cabos, sino su propia realidad política.
¡Que maldición!
Un fallido resultado en desarrollo urbano de Los Cabos con todo y monumentos a la corrupción e impunidad, como son esas Unidades Habitacionales en medio de arroyos con miles de familias en riesgo. Y a presuntos responsables, como premio seguir en el poder.
Víctor, de aquel encuentro por Olvidados han pasado seis años.
Ha pasado el tiempo.
Aquí en Los Cabos aparte del fallidos desarrollo urbano, en el colmo de las cosas se roban hasta las banquetas públicas, propiedad de eso que hasta el cansancio repiten “pueblo”, destruyen puentes peatonales y los que se deberían de levantar quedan en la simulación y el dicho.
Víctor, ha pasado el tiempo.
Ya llevas tres años de gobernador en Baja California Sur.
Aquel día te veías molesto, Indignado. ¿Y quién no?
–¿Qué pasó, entonces, Víctor para premiar lo que no?
Acaso, ¿la indignación se fue con el tiempo?
Si esto fue así. Y ahora en Los Cabos desde el poder se mira para otro lado, al final de cuentas es imposible no toparse con esta realidad urbana-política.
Que mal antecedente para el próximo cuerpo edilicio de Los Cabos 2024-2027.
El siguiente trienio municipal cabeño, Víctor, ¿cómo se va vestir con el discurso y compromiso de justicia social si quien tendrá la representación legal del Ayuntamiento tiene su huella en esas Unidades Habitacionales en medio de los arroyos?
Ha pasado el tiempo, Víctor ¿qué pasó?
Inacción es corrupción..Incapacidad es corrupción…