David Rojo
De Pichilingue a Topolobampo una línea sobre el Golfo de California de 212 kilómetros (datos del mapa 2025 Google, Inegi) y de Loreto a Topolobampo la longitud podría ser de 150 a 160 kilómetros. Es decir, una distancia relativamente corta entre estos dos puntos sudcalifornianos referidos con el lugar en donde se pretende la planta que tendría potencial para producir 2 mil 200 toneladas de amoniaco al día y que succionaría 2 mil metros cúbicos de agua de mar por hora.
La preocupación es obvia dado el riesgo que podría representar para la vida marina cualquier tipo de accidente o no prevención en el Golfo de California, aparte de las propias condiciones de salud para las comunidades colindantes a Topolobampo con la expansión de una nube tóxica; aparte del impresionante succionar de agua del mar cada hora, cada día, cada mes.
¿Se ha dejado sentir con firmeza al respecto la voz de Baja California Sur en la Cámara de Diputados con Francisco Pelayo (PAN), Luis Armando Díaz (PT), o Manuel Cota (PVEM)?
La Paz a poco más de 200 kilómetros y Cabo San Lucas a 320 kilómetros de la potencial planta de amoniaco que se pretende en Topolobampo, ¿tiene qué mirar para otro lado Baja California Sur?
Por la corrupción e impunidad sexenios atrás se miró hacia otro lado en el Alto Golfo de California y la brutal consecuencia es la casi extinción de la vaquita marina; la omisión tiene hacia el Sur la depredación comercial del dorado, los picudos y al tiburón. Y aun cuando habría supuesta normatividad de protección con una docena de inspectores de Conapesca en los más de dos mil kilómetros de litorales sudcalifornianos, ¿es de creer, entonces, que hay efectivas condiciones en contra de la depredación marina?
Se tiene bajo evidente presión al Golfo de California. ¿Qué pasaría, entonces, que mañana se pusiera una carretera hacia el Valle 2 de la Sierra de la Laguna, desde Todos Santos o desde San Dionisio? ¿Debería de prevalecer la omisión o la indiferencia del avance de la depredación del último rincón de los pinos, con sus águilas, venados, zorras, coyotes, linces? Habría una tremenda reacción social
Entonces, ¿cómo se está escuchando la voz de los diputados federales por Baja California Sur más allá de la grilla por el ‘27 con la vecindad de pretendida potencial planta de amoniaco?
Tiempo de un presente, no de grillería futurista.




