David Rojo
Para Víctor:
1.- Qué va hacer con el camino costero comunidad La Playa-Cabo Pulmo-La Ribera.
La presidenta Claudia Shienbaum al ser cuestionada durante La Mañanera sobre el camino costero a Cabo Pulmo (Cabo del Este) y la presunta privatización encubierta, se refirió con elogios al gobernador sudcaliforniano y sin asumir una postura directa, prácticamente, quedó en espera de una respuesta sobre el particular por parte de Víctor Castro. “Hay que hablar con el gobernador…”, refirió.
Y es que ya no sólo se trata de cuatro kilómetros de camino costero lo que es causa de discusión pública, social y política por la falta de sensibilidad del XV Ayuntamiento de Los Cabos con la Tercera Actualización del Plan de Desarrollo Urbano para permear con acierto un tema delicado y en lugar de ello salir con un ridículo argumento justificando la defensa de la propiedad privada de lo que nunca, ningún trienio municipal se ha ocupado, dado las miles de viviendas en zonas de riesgo con la brutal corrupción e impunidad al liberarse licencias de construcción municipales para desarrollos habitacionales en medio de arroyos en San José del Cabo y de Cabo San Lucas.
Ya lo de la Tercera Actualización del PDU es causa de posiciones a favor del sector empresarial, pronunciamientos en contra de legisladores federales y la sociedad que está saliendo a recabar firmas con pleno rechazo a esa actualización.
Y si ya se dio la incongruencia del Cabildo de Los Cabos para pretender argumentar “para qué se gobierna”, sin el para quién, entonces gobernador Castro que haya inteligencia, sensibilidad y armonía y que quede atrás un pronunciamiento poquitero sin más simulación:
a).- Que quede en claro la ruta de los 70 kilómetros de camino costero de San José del Cabo-Cabo Pulmo; los accesos a las playas, las áreas públicas al pie de las playas y no a uno, dos kilómetros o tres kilómetros de distancia.
Además, Los Cabos no tiene ni un malecón de cara a la playa. Cabo del Este debe de ser oportunidad para una digna opción social.
Los malecones no ahuyentan la inversión privada y se convierten a la par en grata alternativa de convivencia social; podría pasar algo padre con el estero de San José del Cabo, pero hasta esto hoy en día es una porquería.
Entonces, gobernador Castro te toca.