David Rojo
La soberbia no es siempre sostén político. Y el maquillaje sobre realidades sociales podrá aguantar lluvias, pero hay lluvias que se dan con vientos devastadores; no el maquillaje no suele quedar.
Hace 25 años, un día antes del 57 aniversario de la Expropiación Petrolera, la cúpula del PRI dejaba para la historia política aquella ofensiva expresión corporal del “se las metimos” con la llamada roqueseñal (Humberto Roque).
Tal expresión corporal iba contra el pueblo. ¿Contra quién más? Con 290 votos a favor y 173 en contra en la Cámara de Diputados, el aumento al IVA como guillotina contra el bolsillo de los consumidores 50 por ciento, pasando del 10 al 15 por ciento en el interior del país.
Antes de la roqueseñal en Baja California Sur el IVA era del 6 por ciento, pasaría al 10.
En el 2010 el estado sudcaliforniano estaba en zona fronteriza, subiría el IVA al 11 por ciento, en el interior del país pasaría al 16 por ciento.
Ya en el 2014, se homologaría el IVA de Baja California Sur al 16 por ciento, es decir en dos décadas el demoledor golpe a contribuyentes sería con el incremento al IVA de casi del 300 por ciento.
Los Cabos generaba riqueza fiscal, pero con su acelerado crecimiento perdía el presente en el desarrollo urbano, el Poder Legislativo sólo alzaba los hombros, le valía realidades sociales en el país, como la de Los Cabos.
Con el sexenio 2018-2024 otro golpe: Baja California Sur sería excluido de los beneficios fiscales otorgados a zonas
fronterizas: ni IVA del 8 por ciento, y sin el monto de salarios mínimos de aquellas regiones.
La Jornada, en la edición del 18 de marzo de 1995, resumía el encabezado principal en el decir de aquel momento de indolencia política:
“Asumimos el costo político: priistas”.
Dos sumarios acompañaban el encabezado principal. En uno se informaba:
–Sufragaron en contra PAN, PRD, PT y el priista Rojas Díaz Durán.
En el otro sumario se señalaba:
–En diálogo de sordos, el PRI envió a los diputados obreros por delante.
Cinco años después el PRI perdería la elección presidencial del 2000, y un año antes, en 1999, la gubernatura de Baja California Sur –y desde entonces también la presidencia municipal de Los Cabos–.
La soberbia no es siempre sostén político.
En los nuevos tiempos: a la Cámara de Diputados y a la de Senadores, con el 2018 se les llegó advertir que ni una coma se le debería de quitar a iniciativas presidenciales. Y el Poder Legislativo se olvidaría del prócer Belisario Domínguez
No sólo el Poder Legislativo ya pintado de morenista no quitó ni una coma. No fue palabra alguna en contra de las heridas en la selva, ni en contra del huachicol –que en el 2025, finalmente, acciones diversas exhiben el brutal saqueo de la riqueza nacional– tampoco en contra de la tala de impresionantes escenarios como las faldas del Pico de Orizaba, ni solidario con limoneros ni con madres con palas.
Al no retumbar la voz en el Poder Legislativo hasta voces cabeñas se volvieron a plantar en la capital del país en contra de la depredación marina.
La soberbia no es siempre sostén político; la aún vigente roqueseñal es causa de costos políticos. Podrá negarse, sí. No obstante, la cúpula de Morena no tuvo qué celebrar en las recientes elecciones del Poder Judicial. El pueblo por el que siempre se justifican no estuvo en las urnas: abstencionismo del 87 por ciento.
Peor, para sacar candidaturas se evidenció el bodrio político de acordeones. Y propios consejeros generales del INE advirtieron del elefante paseándose en el Instituto Nacional Electoral y el regreso de lo aberrante de urnas embarazadas, boletas electorales sin doblar por lo que se interpreta que –cerrada a jornada de votación– a las urnas fueron metidos paquetes electorales, del Ratón Loco.
Y ni así se levantó el porcentaje electoral de supuesta participación electoral popular.
Hubo, no obstante algunas luces de esperanza: las elecciones en Durango y Veracruz.
Que no terminen por apagarse.
En los 70s ganamos las calles por un mejor destino. Está por venir otra Reforma Electoral, que sigan en el camposanto los ataúdes antidemocráticos.
Poder Legislativo no sólo están de por medio las comas.
Está de por medio tu voz Poder Legislativo por congruencia, no por maquillaje.