David Rojo
En la carta que enviara la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, al reciente Consejo Nacional de Morena, mas de una reflexión o exhortación política a los morenistas recayó directa en más de uno sin ser citados por su nombre, y en contra de propios desbordes y disputa por espacios de poder en los que se abusa de la expresión por el pueblo al que, finalmente, se le atropella, se le sigue cargando el costo social, esto en medio de lacerantes realidades cargadas, incluso de cinismo político.
En la carta referida a Morena hay dos puntos que plantean cuestionamiento en Baja California Sur sobre si se toma y se tomará en serio la exhortación política de la morenista con licencia, y si no quién y cómo se sancionará.
En el ejercicio del poder morenista y pretendido (2027) en tierras sudcalifornianas, no se tapa, ante realidades y hechos, el sol con un dedo, en cuanto a si se hablará nada más de lo sucedido en la geografía sudcaliforniana desde el 2018, con todo y el trapecismo político con los mismos de siempre.
En el punto 2 de Sheinbaum se indica:
“Todos los militantes de Morena deben conducirse con honestidad, humildad y sencillez. La parafernalia del poder es del pasado de corrupción y privilegios, no de Morena. No caigamos nunca en la frivolidad, en el consumismo y la ambición por el poder y el dinero”.
En el punto 8:
“Los gobiernos emanados de Morena deben garantizar la austeridad republicana y la cercanía con el pueblo y el principio de por el bien de todas y todos primero los pobres”.
El dicho de cara a la realidad con todo ese costo social puesto sobre la espalda del pueblo.