David Rojo
Brutal retroceso y contradicción política: el poder que pone en vitrina a Adán Augusto para condenar y descalificar movilización social por el hartazgo ciudadano contra la impunidad, usando el ahora Senador la infiltración del referido Bloque Negro para generalizar y desligitimar las marchas de protesta.
El 18 de noviembre de 2025, en conferencia de prensa presidida junto con el diputado federal Ricardo Monrezl, el Senador Adán Augusto López Hernández, señaló en relación a las manifestaciones sociales que habían ganado calles en el país: “Como dijo el clásico, voy a darle mi opinión en lo personal. Nosotros descalificamos a los violentos, a los infiltrados”.
Sí, Adán Augusto, el mismo que cuando gobernador de Tabasco, designó a líder criminal al frente de la cartera estatal de Seguridad, dijo que no sabía. Pero, el líder criminal de La Barredora, siguió en el cargo cuando Adán Augusto fue designado por AMLO, secretario de Gobernación, ¿no supo tampoco nada como secretario de Gobernación?; peor, la gubernatura morenista en turno al líder criminal todavía en mensaje público le desearía éxito cuando renunció al cargo sin ningún señalamiento institucional en contra.
Todo un líder criminal al mando de la Seguridad estatal tabasqueña con violencia desatada que cobrara vidas, que sacudiera hogares y empresas con saqueos. Y todavía se le deseó “éxito”.
En la vitrina en la que fue puesto Adán Augusto, el 18 de noviembre, respondió a preguntas de la prensa:
“Mira, no es que haya alguna preocupación derivado de la marcha, pero es evidente que es una embestida organizada, como ya hemos sostenido, desde la parte más oscura de la derecha mexicana, con participación también de destacados integrantes de la derecha internacional.
“Y en torno a esa convocatoria participan empresarios, medios de comunicación y otros actores, que si bien algunos no se atreven a dar la cara, como dijimos, pues ahí está demostrado que son los verdaderos organizadores”.
A Adán Augusto, le faltó la posdata qué tres años antes, el 17 de 9 octubre de 2022, diera AMLO en su favor y defensa, cuando Dalila Escobar, Proceso, le preguntara al entonces presidente por la revelación de informes militares que advertían de la designación del líder criminal al frente de Seguridad en Tabasco).
Sostuvo, AMLO:
“Primero, que Adán es un hombre honesto, lo conozco bien.
Segundo, de que hay muchos ataques de la prensa conservadora, incluyendo a Proceso, en contra nuestra.
Y tercero, que la gente nos tiene confianza y saben que nunca vamos a traicionarlos. Y es que no se olviden los conservadores —además, de lo que decía Juárez, que el triunfo de la reacción era moralmente imposible— que no se olviden de que nuestro criterio, nuestro ideal es no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”.
Ese 17 de octubre de 2022, AMLO pidió que se pusiera en pantalla de La Mañanera un poema del gran poeta nicaragüense Rubén Darío (La calumnia):
‘Puede una gota de lodo sobre un diamante caer,
‘puede también de este modo su fulgor oscurecer,
‘pero, aunque el diamante todo se encuentre de fango lleno,
‘el valor que lo hace bueno no perderá ni instante
‘y ha de ser siempre diamante por más que lo manche el cieno.’
“Es bellísimo, ¿no?
“Posdata: dirigido al hampa del periodismo”, señaló AMLO.
Pero, con la transición, con el relevo sexenal (en Tabasco y en la Presidencia), finalmente, el líder criminal puesto a cargo de Seguridad en Tabasco, hoy está en prisión.
Hoy Tabasco arde por la violencia.
Con esta contradicción Adán Augusto fue puesto en la vitrina para denostar contra movilización social por el hartazgo ciudadano contra la impunidad, usando lo de choques violentos por infiltrados.
No, en efecto, aun cuando no se salió del guión contra medios no hubo posdata de Adán Augusto, tal cual la referida de hace tres años contra la supuesta “mafia del periodismo”.
La transición sexenal había dado su propia posdata sin poeta de por medio, simplemente el hecho: en cierto (lo del líder criminal).
Más congruente, el diputado federal Monreal cerraría la conferencia de prensa del 18 de noviembre. Refirió:
“Coincido… la seguridad era uno de los temas que estaba en pancartas y en las voces de los manifestantes. Y aún si fueran 100 o 100 mil, son voces que hay que escuchar, eso es todo, simplemente”.
Posdata.




