David Rojo
La Asociación de Hoteles y la del Tiempo Compartido de Los Cabos son vitales en la captación de ingresos del pago del derecho de Saneamiento Ambiental que cubren huéspedes del alojamiento en el destino turístico cabeño; y en función del reciente informe del aún presidente municipal Óscar Leggs se han captado más de 250 millones de pesos.
Pero, se ha incurrido en la falacia.
Ninguna acción estratégica en saneamiento ambiental. Los respectivos recursos se han aplicado tan sólo para parchar al presupuesto municipal dado el desatino en el manejo de las finanzas públicas municipales en las que ha incurrido Leggs y su equipo de colaboradores.
Eso no tiene nada que ver con saneamiento ambiental.
La cuestión es si, además, ambos organismos empresariales son parte del Fideicomiso que dispone del egreso de los recursos del derecho de Saneamiento Ambiental.
¿Es así?
¿Hoteleros y tiempo compartido saben y disponen de los respectivos egresos?
Acaso, se puede pensar que los visitantes son ajenos a respirar o tragar toda esa porquería que emana con el polvo que lleva el viento desde los amplios asentamientos sin drenaje de San José del Cabo y de Cabo San Lucas. ¿Y que toda esa porquería sólo la respiran y la tragan los residentes?
Así, ¿no importa el brutal déficit en el tratamiento de aguas residuales en ambas ciudades cabeñas?
En San José del Cabo toda esa porquería va a dar al Estero josefino. ¿Y en Cabo San Lucas?
Promocionar al destino de Los Cabos tiene que ver con la calidad de vida local. No con la maldición de vida que se tiene con el severo rezago en el desarrollo urbano que por igual pega al turista. Vaya piensan en una calle pavimentada, ¿y qué con la brutal falla municipal en movilidad urbana?
La visión tiene mirada corta.
Por qué, entonces, con esos más de 250 millones de pesos no haber ido por una planta de tratamiento de aguas residuales o duplicar la capacidad actual de 250 litros por segundo de la planta que se encuentra al pie del estero josefino, la que hoy en día se encuentra completamente rezagada en su operación contra el crecimiento demográfico de la ciudad josefina.
Por igual si se requería de la pavimentación de calles como la de Girasol, por qué no se emplazó al presidente municipal Leggs y se le cuestionó por el encarecimiento al doble de la nómina municipal.
La mentira o alineamiento quiebra al contrapeso.
Y salen con el Fideicomiso de Saneamiento Ambiental con un equipo de ocho millones de pesos para la limpieza del lirio acuático del estero en el que se entrampan. Y que para el colmo se desconoce tanto del dinero como del equipo sin ninguna denuncia ministerial.
Durante décadas la población y autoridades de San José del Cabo anteriores supieron lidiar con lo del lirio acuático.
No es por tal lo del lirio acuático el problema real.
Por qué entonces con más de 250 millones de pesos en el Fideicomiso de Saneamiento Ambiental no se incurrió en una acción estratégica de fondo.
Con un paso tal (estratégico y de fondo) se le hubiera dicho con elementos sólidos al huésped de hoteles y del tiempo compartido que el pago por el derecho de Saneamiento Ambiental tenía fundamento. Y no andar dando penas.
Aparte, las Asociaciones de Hoteles y del Tiempo Compartido habrían dejado un digno precedente por el que la sociedad debió de haber dado las gracias:
No sólo se habría rescatado al Estero de San José del Cabo. No nada más eso. Carajos. Más allá del beneficio ambiental se hubiera corregido un tremendo déficit en el tratamiento de aguas residuales.
Ahora queda la cuestión qué es lo que se va hacer con el siguiente gobierno municipal que está a horas de iniciar con la aplicación de un recurso que hoy en día es falacia, tanto en nombre como su destino.
No queda claro el entrampamiento político del Fideicomiso de Saneamiento Ambiental.