David Rojo
Hace cuatro meses (en abril) Estados Unidos emitió alerta de seguridad para La Paz y Los Cabos a viajeros estadounidenses, ayer –12 de agosto– en las actualizaciones de alerta por parte del estadounidense Departamento de Estado a Baja California Sur se le ubicó en el nivel “dos” –de cuatro– en el que se advierte “de tener más cuidado”.
Nada de aquella referencia presidencial del 2021 que debió de haber escuchado Víctor Castro –como ganador de los comicios a la gubernatura– sobre la recuperación de la recuperación de la tranquilidad sudcaliforniana, luego violentos años anteriores.
Si el turismo es la principal actividad económica generadora de riqueza, empleo y miles de millones de pesos en impuestos (de contribuyentes ISR, IVA, gravámenes municipales y estatales), alertas tales deberían ser consideradas en cuánto al qué se hace, qué se ha hecho, qué falta por hacer, en qué condiciones se está y cómo se debería de estar.
La primera señal política, sin embargo tanto del gobernante como de los cuadros dirigentes del movimiento político en el poder (Morena) en Baja California Sur generan cuestionamiento público en cuanto al activismo por el año político-electoral 2027 sin precisiones en concreto sobre lamentables realidades sociales que se ciernen en el 2021 sobre lamentable la sociedad sudcaliforniana –con arraigo y nativos–.
Futurismo en el poder político, presente perdido en la sociedad.
Discursos políticos que se preparan para lo qué se prometerá en el 2027, que en contradicción es lo que se debería de estar haciendo en el 2025 con más resultados en hechos y no alientos futuristas.
Varios medios nacionales difundieron de inmediato la actualización antes referida a viajeros estadounidenses. En La Jornada se informó:
“El Departamento de Estado de Estados Unidos actualizó este martes su aviso de viaje para todo el territorio mexicano e instó a los viajeros estadunidenses a “no viajar” a Sinaloa, Guerrero, Michoacán, Colima, Zacatecas y Tamaulipas, reconsiderar los viajes a otros ocho estados y tener “mayor precaución” en 16 estados, incluida la Ciudad de México. “Sólo en los casos de Campeche y Yucatán, Washington recomendó a sus ciudadanos tomar “precauciones normales”.
También, en el diario capitalino se observa:
“De acuerdo a la escala del departamento de Estado estadunidense, el nivel uno significa tomar “precauciones normales”, el nivel dos “tener más cuidado” y el nivel tres pide “reconsiderar” el viaje y el nivel cuatro recomienda “no viajar”.
“En los seis estados mexicanos incluidos en el nivel cuatro, donde se recomienda no viajar, el departamento de Estado argumenta que existe riesgo de violencia de grupos terroristas, cárteles, pandillas y organizaciones criminales, que puede causar lesiones o la muerte de transeúntes; cita que ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes fueron víctimas de secuestro.
“Los estados con designación nivel tres, a los cuales se recomienda “reconsiderar el viaje”, son Baja California, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Morelos y Sonora, bajo la advertencia de actividades de “terrorismo, crimen y secuestro”.
Así se menciona:
“En el nivel dos, que implica tener mayor precaución, se incluyen la Ciudad de México, Estado de México, Aguascalientes, Baja California Sur, Durango, Hidalgo, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz.
“Campeche y Yucatán son los únicos estados de la República mexicana en los cuales el departamento de Estado estadunidense considera que sus viajeros pueden considerar precauciones “normales”.
¡Un alto al futurismo político!, parece exclamar desesperado el presente social.