David Rojo
El gobernador Víctor Castro Cosío pareció haber dado testimonio de mensaje recibido. Y le bajó dos o tres rayas a las pretensiones que, sobre el destino de los ingresos del Fiturca, llegaban confusas desde La Paz a Los Cabos.
Quedó claro que el reconocimiento de la familia turística de Los Cabos por el Fiturca, se trataba en realidad de una firme postura de respaldo hacia la institución de promoción turística del destino. Un cierre de filas de cara a un obvio destinatario, y un obvio motivo.
Un día después de ese cierre de filas de la familia turística por el Fiturca, el gobernador Castro atajó:
“El gobierno del Estado no tiene intenciones de terminar con el Fiturca, por el contrario, que siga normal como se ha venido fondeando (https://hoybcs.com/fiturca-se-apoya-solo-descarta-gobernador-de-bcs-incremento-para-fiturca/)”.
Sin embargo, Víctor Castro, al darse por enterado de la postura solidaria turística por Fiturca, también envió su propio mensaje:
“Hemos pedido que de ese fideicomiso, los excedentes se incrementen para zonas de desastres para que vayan teniendo un respaldo ellos mismos cuando haya una dificultad”.
Un decir fuera de contexto. Si el gobernador sudcaliforniano advierte de “zonas de desastre”, entonces, al tener Víctor Castro en claro está situación debería de proceder en consecuencia con acciones preventivas y dignas, como la propia reubicación de zonas de riesgo en las que se encuentran asentadas miles de familias.
Así, ¿zonas de desastre?
Es posible, por igual que el gobernador Castro refiera un escenario de condiciones adversas tras el impacto de algún ciclón –dado que Los Cabos se encuentra en medio de la ruta ciclónica–. Pero, acaso ¿no se tienta a la naturaleza por las condiciones de riesgo en las que viven miles de familia?
Por tal, es de insistir el gobernador Castro, ¿ya le planteó a la presidenta Claudia Sheinbaum la reubicación de familias y que las zonas de riesgo que ocupan no vuelvan a ser ocupadas, dado el histórico programa de vivienda federal que se impulsa en Los Cabos?
En el caso de Fiturca, debe de mirar también hacia ejercicios populares que se realizan en el seno de la propia sociedad,y que a cualquier visitante le puede llegar a conectar con propias expresiones culturales. Visitar y disfrutar vida en movimiento, arte, color, siempre deja buen sabor de boca.
El Fiturca difunde un buen documental sobre Los Cabos. Entre los videos que se integran el paseo a camello, cuyo servicio lo ofrece una potencial empresa turística, lo que lleva al cuestionamiento ¿qué apoyo tan de difusión masiva –como se hizo con lo del camello– ha dado el Fiturca a expresiones populares, por citar, el Festival Internacional de Artes Escénicas Urbanas Pa’h La Calle (del 15 al 23 de noviembre).
Y, sí. En Los Cabos hubo camellos en el plioceno (hace dos o tres millones de años), tal cual, cebras, dientes de sable, cocodrilos. Y ningún ejercicio, sin embargo hasta el momento del Fiturca por la riqueza paleontológica de Los Cabos, comenzando por el camello que tanto les gustó masificar con el paseo turístico en el documental de Fiturca. Los Cabos tiene una gran historia para contar, difundirlo, contagiar, lo que por igual tiene que ver con visitantes, y sobre todo con el sentido de pertenencia de avecindados en esta sin igual región sudcaliforniana en medio de dos mares.
Si desde el poder se llegara a insistir de un golpe en seco en contra de los ingresos de promoción de Los Cabos, en este caso los que bien administra el Fiturca, es tiempo entonces que el propio Fiturca reconsidere tener más aliados, aparte de la familia turística, socializando y abriendo más el abanico en atención y respaldo a más de un digno ejercicio popular que se emprende y se tiene en Los Cabos.




