David Rojo
Los monumentos a la corrupción e impunidad están a la vista de todos. Se trata de edificios habitados por centenares, miles de familias, con sus vidas y bienes en peligro a cada temporada ciclónica, con todo y licencias de construcción municipal liberadas con el pronunciamiento edilicio de Los Cabos.
Y ya se está a días de la cresta de la temporada ciclónica 2024 con todos sus riesgos.
Por tal, todavía no entra en funciones en Los Cabos el cuerpo edilicio del trienio municipal 2024-2027 con un mal antecedente:
En el periodo municipal 2008-2011 desde una regiduría fue parte central –en las formas—desde la comisión edilicia de Desarrollo Urbano, Ecología y Medio Ambiente para la aprobación de unidades habitacionales familiares en medio de los arroyos.
Ahora repetirá como integrante del cuerpo edilicio de Los Cabos que presidirá Christian Agúndez Gómez.
Tres lustros después, de ese trienio municipal 2008-2011, centenares, miles, de familias se despiertan con la pesadilla de vivir en medio de arroyos. Sin justicia y al olvido. Con la tormenta tropical Lidia, en el 2017, dos edificios habitacionales familiares fueron llevados por los arrotos, uno en San José del Cabo y otro en Cabo San Lucas.
Sin responsables.
Los monumentos a la corrupción e impunidad con las Unidades Habitacionales Puerto Nuevo (San José de Cabo) y Chulavista (Cabo San Lucas) tres lustros después están de pie. A la vista de todos. En medio de los arroyos.
A finales del próximo mes septiembre iniciará un nuevo destino de Los Cabos. Pero, que mal antecedente.
Que brutales malos antecedentes para Los Cabos. Lo dicho incluso hace tres años, el 28 de septiembre de 2021, por quien asumía en esa fecha el destino de Los Cabos, Óscar Leggs:
“ (Mi) Gobierno (municipal), trabajará para devolver la atención a los servicios y llevar suficiente agua hasta los hogares, brindar seguridad, salud y recuperación económica, pero sobre todo, por una justicia social que incluya a todos los sectores de la población”.
De 2021 al 2024 la justicia social sólo fue un anuncio. La realidad agravia a la sociedad:
–Miles sin drenaje.
–Miles sin agua potable.
–Miles en zonas de riesgo.
–Centenares de familias en medio de esos monumentos a la corrupción e impunidad en Los Cabos.
Hasta banquetas y puentes peatonales no están.
Y no nada más es cuestión de un nombre.
La telaraña de la descomposición del poder y sus hilos.
La simulación.
Un tema de mas de un nombre. La forma que lleva al fondo.
Tres lustros.
De un trienio a otro.
Las ansias políticas que ya vuelan al 2027.
Todo vuela, como las excretas que el polvo lleva por todos lados desde los asentamientos sin drenaje.
Todo vuela y pasa.
Las ansias políticas que ya se perciben por el 2027. Y en contraste el Jesús en la boca, en el hoy mismo de Los Cabos, con todas estas centenares, miles de familias, viviendo en las zonas de riesgo, incluyendo edificios habitacionales familiares por que ya se está a unos días de la cresta de la temporada ciclónica 2024.
Unos por la grilla. Otros por sus vidas y bienes.
Para el nombre que viene, un paréntesis en las líneas de Tecla 7/6. Queda la espera por si Gobernador Castro, el Congreso del Estado o el presidente municipal electo de Los Cabos, digan qué hace ahí ese nombre en el próximo cabildo.
Claro, lo que digan puede ser convincente.
Así de esas.
–¿Qué dice Gobernador, Castro?
–¿Qué dice presidente municipal electo, Christian?
–¿Qué dicen diputados locales?
Estamos en agosto por lo que se puede sostener que Christian como nueva generación en el poder podría ser un referente distinto. Ya se contarán las hojas del calendario político-municipal a partir del 28 de septiembre de 2024.
Pero, hay telarañas de la descomposición del poder, Puerto Nuevo y Chulavista.
Mal antecedente. Y esa compañía edilicia.
De entrada se desconoce aún de la agenda municipal para el próximo trienio municipal.
Los días ya cuentan.
Y, sí, ya se sabe lo que dijo Leggs hace tres años
Mal antecedente.
Sobre hechos. Mal antecedente.
