David Rojo
Los pretensos morenistas sudcalifornianos desde el domingo todavía deben de estar sonriendo.
Describió El Universal en nota de Antonio López Cruz:
“Este domingo (4 de mayo), el Consejo Nacional de Morena eliminó, de última hora, un párrafo de su decálogo denominado “lineamientos para el comportamiento ético que deben tener las personas representantes, servidoras públicas, protagonistas del cambio verdadero y militantes de Morena”, en el que se establecía la prohibición para realizar actos anticipados de campaña”.
Entrenle, vamos, se interpreta el credo morenista en el caso de Baja California Sur al 2027.
Y, bueno, desde antes de la jornada dominical morenista, la morenista Milenia Quiroga, presidenta municipal de La Paz, ya andaba en lo suyo hasta inaugurando presuntas oficinas de promoción turística en Los Cabos. Y hasta placeada, políticamente hablando, por el gobernador Víctor Castro, el año pasado cuando la toma de protesta del presidente municipal de Los Cabos, Christian Agúndez.
El 2027 registra ya un tenso ambiente político. A tal punto que en dos eventos al gobernador Castro se le ha exhibido de falta de liderazgo político en Los Cabos a dejarlo, prácticamente, solo en su andar por parte de seis diputados locales de los siete legisladores que registra la geografía electoral cabeña, como ocurrió con lo de la apertura del camino costero a Cabo Pulmo. En cuyo andar del Gobernador por igual,con tan sólo una Regidora de la comuna de Los Cabos.
Al desaire político y la suma de la foto de la cúpula ejecutiva empresarial de Los Cabos con Christian Agundez –como tomando partido–, el presidente municipal cabeño emplazó al gobernador sobre señalamientos de auditoría por más de tres mil millones de pesos de las finanzas estatales.
Y el PAN, aplaudiendo en la figura del Regidor Atienzo, al alcalde Christian.
Durante tres años (2021-2024) se interpretó la visible ausencia de Los Cabos del gobernador Castro por presunto distanciamiento político con Óscar Leggs
En medio del pleito político se sucedieron lamentables hechos violentos, por lo que queda la cuestión de lo que le espera en materia política y social a Los Cabos en estos tres años por venir y sus consecuencias.
De entrada está el puente fantasma. El puente peatonal que no se construyó en el trienio de Leggs pero sí se autorizó la licencia de construcción municipal de la recién inaugurada plaza comercial en El Tezal; ni tampoco se dijo nada del puente peatonal que mandó a destruir Leggs a la altura del IMSS en Cabo San Lucas.
Y súmenle.
Queda el silencio sectorial ante el desacierto político.
Queda la simulación sectorial a lo que lastima a la sociedad.
Queda el pleito político.
Quedan las cosas que se van hacer y que no se hacen.
Queda el pueblo, dado que por el pueblo todo. Y nada más dejan y siguen dejado al pueblo jodido.
Y hasta borrones al dictado presidencial, como sucedió con la cúpula morenista al quitarse lo de no actos anticipados de campaña política.
Echenle al 2027.
Tan lejos la próxima urna electoral y tan a la mano los graves problemas locales.
Borrón y cuenta de siempre, con los de siempre.
¿El color cambia?
Que se empiece por cambiar la realidad.
Tengan sus grillas, tengan su 2027, tengan sus pleitos. Pero también tengan pueblo, no como discurso.