David Rojo
Es contundente John Mraz, cuando en la página114 del libro Fotografiar la Revolución mexicana: compromisos e iconos, puntualiza:
“La participación de las mujeres en la Revolución Mexicana
es un tema que ha sido tristemente ignorado”.
Es un texto retomado de la página 201 del libro: 11 años de lucha por la independencia, dos siglos por la democracia.
El libro en mención –el quinto de quien escribe David Rojo– será presentado por el Grupo Madrugadores de Cabo San Lucas el próximo mes de noviembre y un capítulo especial, el XII, está dedicado a la mujer.
En los Sentimientos de la Nación del 14 de septiembre de 1813, el Siervo de la Nación, José María Morelos y Pavón, desde Chilpancingo brinda un pronunciamiento universal para la historia sobre el hecho que la soberanía dimana del pueblo y se hace énfasis en los tres poderes el Legislativo, Ejecutivo Judicial.
Pero en el histórico documento redactado por Andrés Quintana Roo –todo un personaje de rebeldía e histórico; esposo de la legendaria Leona Vicario–, no hay “las” o “la”, sólo “los”. Es decir, el pronunciamiento político universal de la época sólo el hombre.
El lamentable pendiente con la mujer en lo social y político
siguió como tal después del triunfo de la independencia
en 1821, de la Constitución de 1824, de la Constitución de
1857, tras la derrota del segundo imperio, después de las dos
revoluciones: la de Tuxtepec en 1876 y con la del Sufragio Efectivo No Reelección de 1910.
Y con la propia Constitución de 1917 fue ignorado su derecho
político-electoral.
La mujer, políticamente hablando, a un lado. Sin derechos,
si con obligaciones todas. Hasta del cargar con los hijos.
Para el 2024 habrán transcurrido 71 años del pronunciamiento
de Ruiz Cortines por la participación electoral federal de la mujer.
Finalmente, en el destino político de México habrá una mujer a cargo de la presidencia.
Ayer, Claudia Sheinbaum Pardo, ya con la banda presidencial, se pronunció por México, se pronunció por la mujer, se pronunció por un mejor destino para el país.
En Los Cabos se espera que mire y se pronuncie por la mujer que fue traicionada junto con sus familias con la venta de miles de viviendas en medio de arroyos.
En Los Cabos se espera que mire y se pronuncie en contra de la corrupción e impunidad por la construcción de Unidades Habitacionales en medio de los arroyos.
En Los Cabos se espera que mire y se pronuncie por la mujer trabajadora que no tiene en dónde dejar a sus hijos, dado que las guarderías pasaron a tercer plano.
En Los Cabos se espera que mire y se pronuncie por toda esa niñez que junto con sus madres crece sin drenaje y sin agua potable, dado que sin ninguna consecuencia política aún se hizo un desastre del desarrollo urbano en medio de complicidades, omisiones e indolencia.
Los Cabos, Presidenta, te espera. Su realidad.
Una mujer con la banda presidencial.