David Rojo
Simples lluvias del miércoles evidenciaron la debilidad urbana, principalmente, de Cabo San Lucas.
Debilidad urbana con riesgos para vidas y bienes.
Aquí mismo en Los Cabos, aquí en Baja California Sur, en donde se ha pretendido confrontar a la naturaleza con corrupción e impunidad.
Los hechos atroces con unidades habitacionales e invasiones o ventas simuladas con miles de familias en zonas de riesgo o de plano en medio de arroyos. Realidad de vidas y bienes en peligro, a la que desde el ejercicio del poder la mirada está puesta en otro lado.
Tan la mirada en otro lado que quien fue parte central desde una regiduría en el trienio 2008-2011 en la aprobación de unidades habitacionales en medio de los arroyos, está por despachar ahora desde la Sindicatura cabeña en el trienio municipal 2024-2027.
Saúl González, secretario general del gobierno estatal, tiene contemplado realizar conferencia de prensa para el viernes 9 en el restaurant London Bistro&Café.
¿Por qué no en Chulavista?
Ahí en donde centenares de familias obreras se despiertan en medio de dos arroyos, porque en el periodo municipal 2008-2011 liberaron licencias de construcción para los edificios habitacionales que ocupan en medio de los arroyos. Sin ninguna advertencia. Sin ninguna obra de protección pluvial
En Chulavista la naturaleza no perdonó que se autorizara la construcción de la unidad habitacional en Cabo San Lucas, la tormenta tropical Lidia haría colapsar un edificio familiar.
Sin responsables.
Y desde luego, que le acompañe el cuerpo edilicio electo 2024-2027. Qué van a decir de uno de sus integrantes, ¿qué le chamaquearon? No cabría tal salida. En ese trienio municipal 2008-2011, también se liberaron licencias de construcción para Puerto Nuevo, en donde la indolencia llegó al extremo:
–Con las lluvias del 3 y 4 de noviembre de 1993 (que no huracán) quedó enterrada la Unidad Habitacional Infonavit-Ricardo Flores Magón de San José del Cabo. No se aprendió la lección. Tres lustros después, en el mismo arroyo, lo que se dice río arriba, sería levantado Puerto Nuevo.
En el 2017, un edificio habitacional de Puerto Nuevo sería arrastrado por el desborde pluvial de la tormenta tropical Lidia. Sin responsables.
Es evidente el peligro para vidas y bienes. Imborrable, aquel Noviembre de 1993. Qué costo social resulta la desmemoria, simulación y el compadrazgo político.
Queda en claro que para generar daños a Los Cabos no hace falta el huracán; con miles de asentamientos en zonas de riesgo, cualquier desborde pluvial podría generar consecuencias.
Y las del reciente miércoles fueron simples lluvias que provocaron desbordes pluviales que arrasaron todo a su paso.
Los Cabos se acerca a la cresta de la temporada ciclónica.
Se trató de una advertencia de la naturaleza.
Pero, lamentablemente, de aquel trienio municipal del 2008-2011, a hoy en día, hay mas miles en zonas de riesgo.
Por cierto, Saúl, ya que estarás en Los Cabos, y llegas a tener contacto con el gobernante municipal recuérdale que entre tantos cruceros vehiculares críticos en Cabo San Lucas y San José del Cabo, el del acceso a la ciudad portuaria sanluqueña se quedó sin servicio de semáforo ¡y sin ninguna asistencia vial!
No está por demás, aparte, Saúl, una vuelta por Chulavista.
Se está por entrar a la cresta de la temporada ciclónica 20024.
Si se sigue sin voltear a ver a las unidades habitacionales en medio de los arroyos o si se sigue sin ver el extender de la mancha urbana con invasiones o no en zonas de riesgo, ¡aguas con la naturaleza!
La advertencia ya se dio.
Interesante tu editorial amigo David. Realmente esa debilidad de la que hablas se concentra en una de muchas vulnerabilidades que tenemos en Cabo San Lucas (porque me consta) las pasadas lluvias fue una primera llamada de atemcion de la temporada, coincido contigo. Pero cuando hablamos de vulnerabilidad, debemos saber que la tenemos en todos los sectores de la sociedad. Es como un gran sandwich al que cada año se le agrega o se engruesa con más capas de vulnerabilidad. Te comparto un ejemplo, los pocos canales pluviales y encauzamientos que cruzan colonias muy pobladas, tienen mucha basura, tierra y maleza que ha crecido. Lo que provocará en caso de lluvia abundante tapones o diques que desviaran el agua de lluvia fuera de su cause. Vivimos en un terreno de escurrimiento y zonas inundables, pero cerramos los ojos para no ver. Con la poca agua de las pasadas lluvias el Boulevard Marina se inundó por varias horas. Ya lo dice la maestra Faustina en su libro El San Lucas Que Yo Conoci. La Natura dirá la última palabra. Saludos amigo. Bendiciones