David Rojo
Aparte de la Mascarita Peninsular, del Colibrí de Xantus, del Güíribo, entre otras especies, ¿tiene Los Cabos otros hijos como el Halcón Cernícalo Americano?
En estas fechas no se ven aves rapaces. Y ni sus luces por decir del Halcón Peregrino o del Aguililla Aura, aun cuando por las noches se llega a escuchar al Búho Cornudo Gigante.
Por los rumbos del camposanto de Cabo San Lucas, por la planta de la CFE o del Cerro de Las Antenas se multiplican aleteos y movimiento de colores todos. Sin embargo, entre los aleteos después de dos semanas –o más días– se dejó ver un macho Cernícalo Americano.
Hey, ¿y los calores?
Se trata de ejemplares residentes y migratorios.
Obvio, si son residentes les falta el acta de nacimiento: cabeños por centurias.
Esta región sudcaliforniana es un lugar extraordinario con vida que alza la mano desde el mar, la tierra y el aire.
No todas las comunidades del país tienen tanto privilegio de vida de formas y colores diferentes.
Me sorprendió observar al halcón Cernícalo Americano en medio de tan tremendas altas temperaturas y sin árboles en dónde perchar a gusto, tal cuál podría ser en las altas montañas o la propia selva.
Pero, la vida en lugares como Los Cabos no tiene limitantes, ni aún con el huracán de por medio.
Si Los Cabos es extraordinario que por igual la sociedad sea extraordinaria para cuidar y preservar esta tan extraordinaria región sudcaliforniana.
Avecitas cuídense. El halcón no se ha ido.