David Rojo
Comenzaron las alertas.
A mes y medio de la Temporada de Huracanes 2024 ayer hubo una alerta ciclónica en el Pacífico; aparte, el Atlántico empezó fuerte el periodo ciclónico respectivo: dos tormentas tropicales y para el viernes se esperaba el impacto en Quintana Roo del huracán Beryl hasta ayer en categoría 4, pero aún lejos de costas mexicanas por lo que se esperaba que durante la trayectoria disminuyera el potencial.
Las alertas meteorológicas han sido oportunas.
La realidad, sin embargo despedaza lo oportuno.
La indolencia, la corrupción y la impunidad han permitido que la mancha urbana de Los Cabos se extienda –en medio de despojos, invasiones y licencias de construcción—hacia las zonas de riesgo.
Miles de vidas en peligro. Asentamientos en plenos arroyos.
–¿Y, entonces, cuál es la alerta?
–¿Qué viene el huracán?
Carajo, no debería ser primero la alerta de los asentamientos que se siguen expandiendo en zonas de riesgo:
1.- El Sistema Nacional de Meteorológico –SMN—cumple de manera oportuna, con certeza y responsabilidad en el informar a tiempo y de los riesgos en qué lugares y trayectoria de los eventos, en este caso, ciclónicos.
2.-Conagua, no.
Desde cuando Conagua, como organismo federal responsable de lo que sucede con arroyos, debió de haber sido voz de alerta y de denuncias penales por lo que sucedía en medio de los desbordes pluviales.
No lo fue.
Lo que se dice, hasta en sus narices se levantaron edificios habitaciones en medio de arroyos. Sin responsables, aun cuando con miles de vidas en peligro.
Y ni un manotazo por el creciente oleaje con endebles viviendas en las zonas de riesgo.
Ha tenido sus cómplices. Desde el poder municipal licencias de construcción en medio de arroyo e indolencia por mas vidas en peligro en esas zonas de riesgo de Los Cabos.
Sin responsables.
Está por terminar la administración municipal que preside Óscar Leggs. Y tal cual está por iniciar, a finales de septiembre, la que encabezará Christian Agúndez.
Ya se sabe que va quedar, lo que se dice, un desmadre. Pero se duda que el trienio municipal que vendrá vaya a dar un precedente contra la impunidad. Lo que implicaría responsables por la indolencia y corrupción y a la par justicia social para quienes hoy viven en esas zonas de riesgo.
Es brutal lo de la nómina municipal. Ya eran muchos empleados municipales con Armida Castro, 3 mil 500. Pero, el número se fue a mas de 5 mil 500. ¿Con cuánto dispondrá Christian Agúndez para servicios y obras públicas?
Habrá presión política por el 2027: el gobernador Víctor Castro por la alcaldesa paceña Milenia Quiroga; el ex gobernador Narciso Agúndez por su hijo Christian; el ex gobernador Leonel Cota, por su hijo Manuel (hoy diputado federal electo). Y lo que abone por sí en su momento desde el Senado, Homero Davis.
La presión política tiene antecedentes, cada tres años. Cada seis años. Pero, la impunidad ha seguido. Y se han sumado políticas públicas fallidas y el saqueo.
Mientras el desmadre se agudiza, los que menos tienen sigue ahí en medio de los arroyos, sin drenaje, sin agua potable.
La alerta de ayer de condiciones de desarrollo ciclónico allá por costas de Guerrero, Oaxaca, en cuanto a Los Cabos sólo se convirtió en una alerta mas de la realidad urbana con su terrible rezago y con las vidas en peligro.
Cuando el SMN alerta del ciclón, la Conagua debería de saber cuántos miles viven en Los Cabos en zonas de riesgo.
Doble alerta.
Ya se sabrá de la agenda municipal de Christian Agúndez. Ojalá que no salga con lo ridículo de los primeros 100 días de gobierno municipal en lo que se incurre cada gobierno. Ya de entrada tiene un problemón con todo lo que le dejarán como pretender pintar su huella municipal con escasos tres meses de arranque.
Ayer lunes el reporte meteorológico federal indicaba que se continuaba con el monitoreo de la zona de baja presión con probabilidad de desarrollo ciclónico en el océano pacífico:
–Al momento mantiene 40% de probabilidad para desarrollo en los próximos 7 días; se espera que este sistema, amplie su Zona de manera gradual y, a mediados de esta semana y finales de la misma, se convierta en una Depresión Tropical al Sur de la Costa Sur de México mientras se desplaza al Oeste-noroeste a una velocidad de entre 16 y 24 km/h., se precisó nen el comunicado de Conagua-SMN.
Las alertas ya empezaron.
Para Los Cabos, no obstante no sólo se trata de la alerta de lo que viene, debería de haber una alerta de lo que ya llegó.
La alerta de lo que ya llegó, implica reubicación. Así, carajos, ¡reubicación!
–¿Le dirá el gobernador Castro a Conagua de esta doble alerta?
No sólo se trata de que ahí viene el huracán, sino de los miles que ya están expuestos para cuando pase el huracán.
Doble alerta gobernador. Doble alerta, alcalde.
