David Rojo
Es septiembre.
Tiempo de jurar por el pueblo y la Constitución.
Es 2024.
Pero, al exclamar ¡lo juro! con el brazo estirado, no es el 2024 en juego, sino el 2027.
El tiempo político que se adelanta.
Los resultados en juego no son de un presente, sino de un futuro.
El 2024 era estratégico. La pieza política para apuntar al 2027, por tal es de cuestionar si en Baja California Sur tiene importancia el presente.
No ausentarse del presente implica estar de frente a la realidad que es actual agravio social.
Dirán que no. Pero de cara al 2027 ya dos han estirado la mano. Y jurado.
El senador Homero Davis y el diputado federal Manuel Cota.
Para finales de septiembre habrán hecho lo propio Milena Quiroga en su reelección como alcaldesa de La Paz y Christian Agíndez, como presidente municipal de Los Cabos.
Morena en tierras sudcalifornianas tendrá corrientes internas confrontadas.
El leonelismo y el agundismo entre estas corrientes para el 2027; Milena Quiroga lo que le pueda aportar Víctor Castro, quien como gobernador no obstante se ha visto distante de la realidad que sacude a Los Cabos y la propia Milena entre los severos retos sociales que enfrenta en La Paz durante tres se le agudizó la sobreexploltación de acuífero paceño a tal extremo de abastecer a la población con líquido que no cumple con estándares de la NOM respectiva.
Homero Davis tendrá que dar cuenta de un nuevo escenario y posibles mejores relaciones para no quedarse desde ahora al margen del 2027.
El agundismo se ha posicionado de nueva con Christian Agúndez del principal asentamiento electoral sudcaliforniano que es Los Cabos.
Además, Christian Agúndez con activismo político al 2027, dado el padrinazgo político en el que incurrió su papá el ex gobernador Narciso Agúndez, para la postulación de Víctor Castro a la gubernatura sudcaliforniana.
El leonelismo tendrá la carta de Manuel Cota, ahora diputado federal, hace tres años con encuestas elecorales que le daban posesionamiento en La Paz.
Leonel Cota, papá de Manuel, fue referido en fechas recientes por Claudia Sheinbaum que estaría en el gabinete presidencial; “no coman ansias”, diría en cuanto al cargo al que iría el ex gobernador sudcaliforniano.
Un ingrediente extra tendrá la ex alcaldesa paceña y tres veces diputada federal Estela Ponce, quien en la operación de la 4T se llevara carro completo en Hidalgo y lo que en el segundo trienio del sexenio de Víctor Castro le pueda aportar o no, dado los celos, las intrigas, los egos, que suelen soltarse en medio del descenso del poder, como el que el propio Víctor comenzará a enfrentar.
Que contradicción, sin embargo:
El 2027 hasta por allá. Hasta dentro de tres años.
Caray. ¡Y el presente!
Sí, qué de esta realidad tan lacerante sudcaliforniana que se vive con severos rezagos en el desarrollo urbano.
Queda claro, lamentablemente, que hay indolencia política para el presente.
Se va agudizar la confrontación entre las diferentes corrientes políticas sudcalifornianas ahora morenistas, pero quién de verdad saca la cara y denuncia por el pueblo.
¿Alguna voz morenista denunciando pública y ministerialmente las unidades habitacionales en medio de arroyos en Los Cabos?
Brazos extendidos con juramento por el pueblo y la Constitución.
El presente que no le dan al pueblo.
La severa realidad ciudadana del sin agua, ni drenaje y en zonas de riesgo –sin responsables–.
El pueblo con su presente, el político con su 2027.
La severa realidad del 2024 y con la que el pueblo se amanecerá el 2025. El 2027, la gubernatura.
Cada cual su tiempo.