David Rojo
Con todo el rezago en el desarrollo urbano, con miles de familias asentadas en zonas de riesgo, con la grave sobreexplotación de pozos y la consecuente contaminación del agua que se abastece para el consumo humano, con los cientos y más cientos de kilómetros de la carretera transpeninsular sin mantenimiento, el enfrentar un nuevo tiempo tras el severo impacto económico y de salud del Covid 19, el maldecido escenario del desabasto de medicinas, entre otros temas –que hoy en día lamentablemente se siguieron agudizando–, en al aquel 2021 de campaña política por la gubernatura sudcaliforniana para Víctor Castro debió de haber sido un respiro el relativo escenario de tranquilidad logrado por una decidida participación empresarial-social en coincidencia con políticas gubernamentales, por lo que sin duda alguna el entonces candidato morenista se sumaría a la firma con el Consejo Coordinador Los Cabos –CCC– del compromiso-convenio “Vamos por 10 y más” con el referente de fortalecer los propios resultados logrados en materia de seguridad.
Entre los puntos firmados teniendo entre los testigos del “Vamos por 10 y más” al propio presidente ejecutivo del CCC, Julio Catillo, con el antecedente mismo de la firme postura empresarial en años tan críticos como 2016 y 2017, Víctor Castro firmó:
“…Entendiendo que la seguridad no es un área que puede ser reinventada cada cambio de gobierno en sus proyectos a largo plazo, sino al contrario, deben fortalecerse las inversiones en infraestructura tecnológica, cuya eficiencia y utilidad son respaldadas por resultados demostrados y medibles…”.
Era abril del 2021. Víctor Castro Castro ganaría los comicios sudcalifornianos, y cuatro meses después de aquella firma por “Vamos por 10 y más”, el propio López Obrador reconocería en Cabo San Lucas todo ese esfuerzo local por la seguridad, cuyo esfuerzo reconocería el entonces Presidente: “a veces pasa inadvertido”.
Lo dijo así López Obrador:
“A todos nos consta de qué situación tan difícil había hace cuatro, cinco años, en Baja California Sur, estaba la violencia desatada y ahora es distinto. Lo subrayo porque a veces pasa inadvertido, se piensa que es normal. No, cuando hay violencia, como había en Baja California Sur, pues ese era el tema, no se hablaba más que de eso, había miedo y había temor, y desde luego eso perjudicaba a la actividad económica, perjudicaba al turismo”, insistió López Obrador.
“Pues ahora ya es distinto, ya se logró una disminución, diría que del 90 por ciento, si no es que más, con relación a esos picos, a esa situación crítica que se padeció en Baja California Sur. Entonces son buenos resultados (https://www.excelsior.com.mx/nacional/reconoce-lopez-obrador-avance-en-seguridad-en-bcs/1464576)”.
¿Qué pasó entonces en Baja California Sur con lo que seguiría después del 2021 en materia de seguridad cuando apenas el 26 de julio de 2025 en comunicado “Las Cámaras Empresariales, representadas por el Consejo Coordinador Empresarial de La Paz, Baja California Sur, manifiestan su seria inquietud ante los recientes incidentes delictivos registrados en los últimos meses…”.
Además: “…Los incidentes delictivos cometidos no sólo contra individuos sino también contra familias han provocado un ambiente de inseguridad que afecta negativamente la confianza de la seguridad…”.
En el 2021, Víctor Castro, ya como gobernador en discurso público –cuando la toma de protesta de presidente municipal de Óscar Leggs– se comprometió por el rescate del estero de San José del Cabo:
Se está ya a mediados del 2025 y el estero josefino está peor que cuando aquel discurso del mandatario sudcaliforniano dado en la plaza Mijares.
La palabra aún sin cumplir por el rescate del hogar de la Mascarita Peninsular y de otras especies endémicas como el Güíribo o el Colibrí de Xantus, sí preocupa. Es mal antecedente ante realidades.
Como también preocupa lo que vendrá con el cierre del sexenio sudcaliforniano 2021-2027 en materia de seguridad.
Que se mejore en Baja California Sur aquella percepción de López Obrador de que se había avanzado en 90 por ciento “y posible más” en seguridad.
Sin embargo, el tiempo sigue pasando, el sexenio se va acabando, se suma el distractor anticipado de la sucesión del 2027.
Que se honre la palabra y el valor de la firma.