David Rojo
Palacio nacional, 1993. Palacio nacional, 2024.
Palacio nacional había sido sacudido aquel onceavo mes de 1993: el Infonavit había dispuesto de financiamiento en San José del Cabo a familias obreras para viviendas en medio del arroyo.
Luis Donaldo Colosio Murrieta, responsable de la cartera federal de Desarrollo Social, se trasladó de inmediato a la cabecera municipal josefina.
Y al quedar impactado Colosio por la brutal construcción de la Unidad Habitacional Infonavit-Ricardo Flores Magón, impactada por el desborde pluvial (de unas simples lluvias, pero permanentes el 3 y 4 de noviembre, que no huracán) instruyó la completa demolición de aquel desarrollo habitacional. Quienes vivían ahí, rentando o no las casas-habitación, se les reubicaría a un digno y seguro desarrollo habitacional.
Seis años después, en 1999 el PRI perdería el poder político en Baja California Sur.
Tres décadas después el PRI no ha regresado al poder político estatal sudcaliforniano, ni tampoco regresaría al poder político municipal en Los Cabos; salvo la excepción del triunfo electoral en La Paz, de la priista Estela Ponce Beltrán.
Tres décadas después de que el PRI perdiera el poder político en Baja California Sur, y en particular en Los Cabos, ahora desde palacio nacional se aludió a la realidad local:
“Triste y muy lacerante”.
Miles de familias sin drenaje ni agua potable. Y miles de familias viviendo en zonas de riesgo.
La descomposición por igual en los nuevos colores políticos en el poder.
El caso de la Unidad Habitacional Infonavit- Ricardo Flores Magón se replicaría, lo que se dice río arriba en el trienio municipal 2008-2011 con el desarrollo habitacional Puerto Nuevo. Las criminales licencias de construcción municipal se extenderían a Cabo San Lucas. No hay responsables y las familias con sus viviendas en medio de los arroyos.
En cada trienio municipal y mandato sexenal estatal que ha seguido las condiciones de vida han empeorado en Los Cabos. La mancha urbana se extiende por entre las zonas de riesgo y Los Cabos se encuentra en medio de la ruta ciclónica.
Por segunda ocasión condiciones lamentables en Los Cabos de vivienda –a causa de la corrupción e impunidad– han provocado frustración en palacio nacional.
Y este viernes en Los Cabos, la presidenta Claudia Shienbaum se pronunciará por un mejor destino en materia de vivienda.
Queda por saber si habrá demolición de las Unidades Habitacionales en medio de los arroyos, qué obras de protección ciclónica y para cuándo. Y por tal si habría reubicación –como cuando las lluvias de noviembre de 1993–.
Al darse el pronunciamiento de vivienda digna y segura, por igual queda por saber a cuánto se incrementará la capacidad del tratamiento de aguas residuales, dado el lamentable y no menos cuestionable déficit en la materia.
Y por supuesto cuantos kilómetros de tubería para agua potable, cuando la población enfrenta condiciones extremas de desabasto, y con los riesgos, como para acabarla de amolar, de sobreexplotación de pozos que impactara la calidad del agua que se abastece a la población.
La realidad de Los Cabos vista desde el palacio nacional, con el antecedente de 1993.