David Rojo
También en Baja California Sur se exhibió la decepción del panismo sudcaliforniano por lo que tiene de cúpula estatal y municipal partidista; cúpula del blanquiazul sin activismo político y por tal sin asumir banderas sociales. Pero sí dispuesta a posesionarse de los espacios plurinominales convertidos en cotos de poder en los que aún perdiendo, ganan.
Apenas –en la reciente jornada dominical– mil militantes panistas acudirían al proceso interno partidista para elegir dirigente estatal en Baja California Sur.
Que contraste cuando hace unos meses Xóchitl Gálvez obtenía alrededor de 110 mil votos en tierras sudcalifornianas. Es decir, el PAN –junto con la alianza que hiciera con el PRI– nunca en realidad estuvieron en campaña presidencial.
Fueron los ciudadanos los que se expresaron en las urnas, no por la alianza panista-priista.
El PAN hoy exhibe de qué está hecho: de cúpula, no de militancia.
Quedó visto que hasta la militancia –del propio padrón del PAN– está decepcionada. En el padrón sudcaliforniano del PAN habrá poco más de dos mil afiliados, y fue a las urnas menos de la mitad.
Nada más en Los Cabos habrían votado por Rigoberto Mares 139 panistas.
Así, 139.
Y si esta cifra exhibe la pobreza de convocatoria de las cúpulas estatal y municipal, qué decir de los apenas 48 votos que habría registrado su oponente Jesús Mendez.
Menos de 200 entre los dos.
Del 2011 al 2021 el PAN ejerció el poder en Baja California Sur. Toda una década. Con toda esta influencia política la militancia panista no creció. Puertas cerradas al cambio generacional. La cúpula panista con los mismos de siempre, quedando sólo ellos con los espacios de representación proporcional. Está visto que no se quiere competencia interna en el PAN.
Así Rigoberto Mares volverá a ser dirigente estatal del PAN. Y en cuanto al hecho político de lo mismo Celestino Atienzo de nueva cuenta es Regidor panista, ahora en el XV Ayuntamiento de Los Cabos.
Los mismos de siempre.
La descalificación política hacia las dirigencias del PAN el reciente domingo no vino entonces de algún adversario político: fue su propia militancia.
El haberse impuesto el abstencionismo panista exhibe el descrédito de la cúpula del PAN ante su propia militancia.
No sólo la cúpula nacional panista se quedó esperando a la gran mayoría de militantes del blanquiazul a elegir al dirigente nacional; también en estados como Baja California Sur.
Caray, ni 200 votos panistas en Los Cabos.
Vamos de mal en peor.