David Rojo
Miro a la bahía de la ciudad portuaria sanluqueña.
Es la noche.
Incluso, llegan las horas de la madrugada.
En esa línea, hacia la playa El Médano, durante los milenios hasta el siglo XVII, había vidas que eran palabra en vida de Dios o del Señor. Vidas que no esclavizaban, vidas que no despojaban.
Vidas por la vida.
Y con el siglo XVIII se extinguirían.
Dios o el Señor debió de haber llorado. En el nombre de Dios o de El Señor se fueron perdiendo esas vidas, que tendrían nombres.
Miro a la bahía y pienso. Me quedo reflexionando en si volverán.
Sobre el cielo nocturno de Cabo San Lucas se observa a la constelación Ave Fénix. ¿Regresarán de entre las cenizas del tiempo los Pericú? Se fueron con el siglo XVIII. Pero, ahí está el Ave Fénix, la constelación. Y como brilla su estrella Ankaa. ¿Estarán los Pericúes en las estrellas de la constelación? ¿Volverán?
Hacia el Sur en estos días se observa la constelación Ave Fénix, ahí sobre la bahía.
Con el saludo de los pericúes.
 
			 
			





 
		


