David Rojo
La pus sale. Se advierte que se irá a tope.
Hay pasos, sí. Pero, el andar, no del poeta, sino de la justicia que, sin embargo, todavía no apunta hacia rumbos más arriba.
La esperanza que alentaban las urnas aquel 2018 y lo que sucedería en un nuevo sexenio contra la corrupción e impunidad, desgarrada.
En plenos festejos septembrinos del 2025 la pus que sale de un mayor saqueo de la riqueza nacional con los hidrocarburos, el despojo de miles de millones de pesos de los alimentos de los más pobres, heridas abiertas a la selva por un tren con descomunal presupuesto, indicadores y hechos brutales en violencia, la maldita burla que el Covid había caído como anillo al dedo presidencial pero que costó 800 mil vidas, Dos Bocas que de manera sospechosa triplicó, cuadruplicó, el presupuesto de miles de millones de pesos, empresas bajo investigación por el huachicol fiscal que abastecen a AIFA y Pemex, el chiste que no fue la designación de líder criminal como secretario de Seguridad de Tabasco, 33 millones de litros de combustible decomisado nada más en tres operativos (Bodega en Baja California, 129 carrotanques de tren en Coahuila y buque en Tamaulipas).
Con el saqueo de la riqueza nacional, de las pipas se pasó a trenes y buques.
En fechas septembrinas amanecemos con un hasta donde tope.
La pus que sale por diferentes partes de un sexenio en el que había luz en el túnel. Y a cuya luz desde el mismo poder se le sopló.