David Rojo
El asterismo del Triángulo de Verano es visible en el cielo nocturno al final de la tierra peninsualar con la estrellas Deneb, Vega y Altair; al enfocar con la cámara fotográfica hacia cada estrella, el registro de las constelaciones Cisne, Lira y Águila, respectivamente.
El cielo nocturno ha dado un respiro con tanto nuberío de jornadas anteriores.
Hago a un lado el lente la cámara de 3 mil mm (y cuyo zoom se puede cuadruplicar), me acomodo entonces con el telescopio, pero se me hace un lío el colimar el equipo para lograr una imagen nítida hacia Saturno; Saturno a simple vista, pero qué onda con sus anillos. Va a resultar una larga jornada nocturna.
A un lado el trípode.
Están también los catelejos todo terreno 10×50 y otros con cámara fotográfica integrada.
Opto por hacer a un lado todo. Tomo el teléfono celular y lo instalo en el trípode.
Dejó para otra jornada lo del colimar del telescopio.
La cámara del celular la pongo en modo Pro (manual): Speed (Velocidad de Obturación), en 8.00; WB (Balance de Blancos), 5.200 mm; ISO, 1600. Y la cámara se ajusta con la apertura del diafragma en f/1.8.
Enfoco hacia el Triángulo de Verano. Y zaz. ¡Que chido! El “montón” de estrellas. La imagen sale con pantalla azul. Dentro del archivo de fotos el teléfono celular cuenta con la opción de Editar, llevo la imagen con pantalla azul al filtro gris.
El Triángulo de Verano lleno de estrellas. A identificarlas. A la mano la gran herramienta de apoyo como lo es el mapa astronómico de Sky Tonight.
A la identificación de Lira, sigue Cisne, luego Águila; se suman Delfín, Zorra y Flecha.
A los ocho segundos de la obturación fotográfica, han seguido algunas horas más en el registro de las seis constelaciones en el Triángulo de Verano.
Una semana para dedicarla a la captura fotográfica estelar con la cámara del teléfono celular desde esta ciudad portuaria sanluqueña.
Tiempos de seguir aprendiendo en la practica.
Y más cuando Los Cabos es gran ventana al universo.