David Rojo
Coahuila, gobernado por priista, duplicó –y más– en participación electoral a Baja California Sur, gobernado por un morenista, en el proceso de las elecciones del Poder Judicial; es decir, en tierras coahuilenses en donde ejerce el poder Manolo Jiménez Salinas la votación sería ligeramente superior al 23 por ciento, mientras que en tierras sudcalifornianas en donde ejerce el poder Víctor Castro Cosío la votación apenas estaría por la banda del 10 por ciento.
Sobre los resultados electorales, el periodista Mario Maldonado, en la acreditada columna HISTORIAS DE NegoCEOs que publica en El Universal –y que otros medios reproducen en el país- tituló el despacho del miércoles 4: Gobernadores morenistas incumplieron en elección judicial.
Citó:
“La operación “acordeón” del oficialismo para lograr por lo menos 20 millones de votos en la elección judicial fracasó en buena medida por el incumplimiento de por lo menos siete gobernadores y gobernadoras morenistas que “no hicieron la tarea” que les solicitó el partido a través de los coordinadores de circunscripción”.
“Se trata –refirió– de los gobernadores de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar; de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla; de Baja California, Marina del Pilar Ávila; de Sonora, Alfonso Durazo; de Morelos, Margarita González Saravia; de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro; y de Colima, Indira Vizcaíno”.
De Baja California Sur, se puntualiza en la columna de Maldonado, que el gobernador morenista Víctor Castro, quedó –entre otros gobernadores– “por debajo de la votación nacional promedio con 10.17%”.
“…El caso de Coahuila, menciona, también llamó la atención. La entidad que gobierna el priista Manolo Jiménez obtuvo la votación promedio más alta del país, con 23.2%, casi el doble del promedio nacional…”.
Víctor Castro, por su parte en red social, festejó el reciente proceso dominical electoral, pero sin aludir ningún dato sobre sudcalifornia. Refirió:
–“Con una elección histórica, donde más de 13 millones de ciudadanos tomaron la decisión que anteriormente era de una sola persona, se consolida la reforma al Poder Judicial, que busca acercar la justicia al pueblo y garantizar que quien imparta justicia, lo haga con honestidad y verdadero compromiso social.
–“Desde Baja California Sur respaldamos este proceso de transformación para que haya un Poder Judicial más justo, transparente y cercano a la gente”.
De esa elección “histórica” Víctor Castro no hace ninguna reflexión que se trataría del 12 o 13 por ciento de la lista nominal de electores, es decir aplastante abstencionismo. Ni tampoco Víctor Castro, hace referencia alguna del por qué de los más de cinco millones de votos que serían anulados.
Víctor Castro, reitera, además, con el “nos” que “desde Baja California Sur respaldamos este proceso de transformación (las elecciones del Poder Judicial).
Este periodista se deslinda del “nos”. Ni una palabra con Víctor Castro sobre el fundamento del reciente proceso electoral dominical.
Por ello, el gobernante sudcaliforniano el plural lo deja, finalmente, en una expresión personal: “respaldamos”, cita. Él, es ese supuesto “respaldamos”. No hay mucha cosecha en el yo.
Es de cuestionar por tal en cuanto a ese “nos”, ¿en cuántas calles, en cuántas colonias, ante cuántos ejidatarios, ante cuántos artesanos, ante cuántos pescadores, Víctor Castro explicó de manera directa y de trato personal ese sentido de transformación?
Si se trata de una elección “histórica”, por qué entonces en Baja California Sur, apenas uno de cada diez electores fue a las urnas respectivas, y todavía lo que se dice para acabarla de amolar, de ese escaso voto, hubo votos anulados.
Víctor Castro aludió por igual que la jornada dominical electoral “para que haya un Poder Judicial más justo, transparente y cercano a la gente”.
Ojalá.
Cuando el gobernante sudcaliforniano se refiere precisamente a “un Poder Judicial más justo, transparente y cercano a la gente”, debería de precisar a qué temas se refiere en Baja California Sur.
No lo hace.
Generaliza.
En la generalización del gobernante sudcaliforniano no hay un “nos”, sólo el “yo”.
Ahí están las urnas con el “yo”.