David Rojo
Pasé un día con una familia del pájaro Carpintero del Desierto.
En las partes bajas de la serranía cabeña se observan, además, de el del Desierto, las especies del Carpintero Pechera del Noroeste y la del Carpintero Mexicano.
Hay una cuarta especie que se puede observar hacia la Sierra de La Laguna por la zona de los encinos: el Carpintero Bellotero o Arlequín.
Las tres especies de Carpinteros residentes en zonas bajas de Baja California Sur se diferencian por el rojo de la cabeza que tienen los machos y no las hembras. A diferencia de ello, en el caso del Bellotero o Arlequín, la hembra también tiene rojo, pero menos que el macho.
En el día con la familia del Carpintero del Desierto el polluelo de vez en cuando se deja ver cuando asoma por entre el nido de un Cardón (Pachycereus).
El polluelo es una pequeña estampa de vida. Bien chiquito, sus pequeños ojos, el piquito. Un tono café que le cubre el cuerpo.
Y los padres, buena onda.
Van y vienen al nido.
Un aleteo por aquí y otro por allá. Y de inmediato al nido.
Pican en una palmera y vuelan al nido.
Le picotean al fruto del cardón y velan al nido.
Todo es un picotear.
¡Sorpresa! Se topan con un poste de la CFE de madera, no de concreto. Y a darle al picoteo.
Hay una amenaza real al hábitat de las aves en la parte baja de Los Cabos con el crecimiento anárquico local, que exhibe, además, la propia puerta trasera del desarrollo del destino con miles de vidas en peligro asentadas en zonas de riesgo.
Los papás que en esta ocasión son seguidos por el zoom de la cámara (en algunas obturaciones hasta 3 mil mm) son un ejemplo de vida.
Nada de machismo.
Una familia integrada.
El vuelo por la vida que seguirá.
En el área ya no se observan aves rapaces; hace días se dejó ver por el lugar un Halcón Cérnicalo Americano pero ya no regresó.
Sí se llega a escuchar por la noche al Búho Cornudo Gigante.
Pero, por la antena 003 de la CFE ya no se observan Aguilillas Cola Roja, ni la Aguilla Aurea ni tampoco al Halcón Peregrino. Tampoco los Cuervos grandes.
Mientras se da esta ausencia de depredadores alados, por igual se observa al galán del Carpintero Mexicano, que no deja de estar de pegostre con la hembra que vuela de un lado para otro.
La familia Carpintero del Desierto con su vida.
En una de esas me preocupé, como que el polluelo asomó más de la cuenta. Y cuidado con el ¡zaz!
Pero, no pasó de ahí.
De inmediato agarró la onda. Se metió más al nido. Y en momentos nada más el piquito se veía. Y luego por periodos un poco largos, nada. Como si el nido estuviera vacío. Y el cardón sólo con un hoyo en medio.
Los papás de un lado para otro.
Se cruzaban con pinzones, con el Cardenal Rojo, el Cardenal del Desierto. Y hasta se volvió a ver el Capulinero Negro, vaya belleza de ave con esta otra ave copeteada.
También, en el área palomas Pitayeras, calandrias, tortolitas, el Moscón Baloncito.
Sí, que tampoco por estas fechas se han dejado ver por el lugar los colibríes.
Pero, al final de la tierra, en Cabo San Lucas, la familia del Carpintero del Desierto sigue volando por una nueva generación más. Esa nueva generación con su piquito ya se deja ver, que el desarrollo cuide el hábitat. No a otra puerta trasera más del propio desarrollo.
En un día con una familia del pájaro Carpintero del Desierto, grata experiencia con padres responsables.
Grata experiencia de la vida que no dobla sus alas por nueva vida.