David Rojo
Extiendo la mirada, hay verdor enfrente.
Extiendo el zoom de la P1000 hasta 3 mil mm, asoma por entre el agujero del cactus un Carpintero.
Que grata estampa: vida alada y con verdor al final de la tierra, en esta región sudcaliforniana en medio de dos mares.
El Carpintero se mueve rápido.
Va de un lado a otro.
Regresa una y otra vez al nido.
Se cruzan otros aleteos. Mi posición es hacia el Sur, se cruza la bahía de la ciudad portuaria sanluqueña y la gran piedra Finistera. Luego el mar y más mar.
Una pareja de Cuervos grandes va y viene.
Se escucha a la Matraca del Desierto.
Por el área ya no se ven Colibrís. Pero aparece otra ave muy pequeña como el Moscón Baloncito de escasos 10 u 11 centímetros.
El Pájaro Azul al lado de una Paloma Pitayera. Y se ve a uno y otro y otro Pinzón mexicano. Había visto gorriones en las restaurantes de Cabo San Lucas pero se deja ver por el lugar un Gorrión doméstico.
Ya no se ha visto al Capulinero negro ni al Aguililla Cola Roja, ni a la Aguililla Aura, ni al Halcón Peregrino.
Ya no se ven rapaces en las torres de la CFE, como la 003.
Vuelvo a ver al verdor del cactus en donde tiene su nido el Carpintero. Pero, es un color que se va perdiendo. En la zona se va imponiendo el gris.
El costo social se va pagando por la ausencia de eficiente planificación urbana y de cuestionables licencias de construcción que han apuntado a corrupción e impunidad.
No es sólo el costo social que se paga por políticas públicas fallidas, sino el verdor que se pierde. Los nidos de aves se van acabando.
Veo al Carpintero y el verdor en el que aún se posa, que mañana siga ahí.
Emplaza el Regidor Alvarado (PVEM): ¿para qué gobernamos?
Por supuesto para un mejor destino, en este caso de Los Cabos.
Gobernar para mantener ese verde, para hacer exitosa la planeación urbana y la conservación ambiental
Pero su expresión no fue por esta esencia del gobernar, fue en defensa de la propiedad privada de potenciales inversionistas con kilómetros de playa, y en plena contradicción ignorar la propiedad privada de miles de familias obreras viviendo en desarrollos habitacionales en medio de arroyos de Cabo San Lucas y de San José del Cabo.
Hay estampas que nos dicen que el aun verdor de Los Cabos tiene vida; Regidor del PVEM que esa vida y color de vida siga.
